Uno más…

El movimiento del tren no le impide para nada delinear claramente el rostro que tiene en mente.– ¿Y si me dibujas a mi?– le pregunto con total descaro, característica que antaño tenia a flor de piel y que cada vez se evapora más de mi modo de ser.
– Vale – me dice riendo y creyendo que es broma.

Poso, me siento bastante ridículo, quien me manda a mi y a mi gran boca, ella se concentra y dibuja una figura lejanamente parecida a mi, cuando termina lo guarda al fondo de su carpeta.

– No me lo vas a regalar – le pregunto sabiendo la respuesta.
No – me dice y sigue su camino.

Y que tal que yo fuera como aquellos indios que creían que con una foto les capturaban el alma.

Mientras tanto, en un garaje cercano a mi casa un señor desvaría en medio de su tremenda borrachera, 50 y poco años, desaliñado, con un puro en sus manos y un gran parecido a El Che, lanza arengas en contra y a favor de todos y de nadie, buscando la respuesta a mis pensamientos me acerco pero me encuentro con un discurso inconexo, incoherente y con sabor a un carajo, definitivamente la imagen no es nada.

Salgo corriendo hacia el metro, voy tarde, saco mi tiquete para entrar y en un pestañeo Pedrito de los Palotes se me cuela con total alegría y desenfado, intento mandarlo a la mierda mentalmente pero no, lo mando a la mierda realmente, su respuesta no llega, en fin que el no tiene la culpa de mis rollos mentales pero yo no tengo la culpa de su mala educación.

Sigo caminando y en el tren me encuentro a una pareja de argentinos que toman Mate, mientras dan a entender que no sos vos soy sho; una mujer árabe intenta alimentar a su bebe pero el complicado traje que lleva y que no permite ver ni sus ojos no le deja ver ni tan siquiera el futuro que le espera y cierra el cuadro el infaltable locutor de sus peleas maritales por movil…

Definitivamente la vida es un ratito, y así toca tomarla…

Offside
¿despedida o bienvenida?

Uno más…

El movimiento del tren no le impide para nada delinear claramente el rostro que tiene en mente.– ¿Y si me dibujas a mi?– le pregunto con total descaro, característica que antaño tenia a flor de piel y que cada vez se evapora más de mi modo de ser.
– Vale – me dice riendo y creyendo que es broma.

Poso, me siento bastante ridículo, quien me manda a mi y a mi gran boca, ella se concentra y dibuja una figura lejanamente parecida a mi, cuando termina lo guarda al fondo de su carpeta.

– No me lo vas a regalar – le pregunto sabiendo la respuesta.
No – me dice y sigue su camino.

Y que tal que yo fuera como aquellos indios que creían que con una foto les capturaban el alma.

Mientras tanto, en un garaje cercano a mi casa un señor desvaría en medio de su tremenda borrachera, 50 y poco años, desaliñado, con un puro en sus manos y un gran parecido a El Che, lanza arengas en contra y a favor de todos y de nadie, buscando la respuesta a mis pensamientos me acerco pero me encuentro con un discurso inconexo, incoherente y con sabor a un carajo, definitivamente la imagen no es nada.

Salgo corriendo hacia el metro, voy tarde, saco mi tiquete para entrar y en un pestañeo Pedrito de los Palotes se me cuela con total alegría y desenfado, intento mandarlo a la mierda mentalmente pero no, lo mando a la mierda realmente, su respuesta no llega, en fin que el no tiene la culpa de mis rollos mentales pero yo no tengo la culpa de su mala educación.

Sigo caminando y en el tren me encuentro a una pareja de argentinos que toman Mate, mientras dan a entender que no sos vos soy sho; una mujer árabe intenta alimentar a su bebe pero el complicado traje que lleva y que no permite ver ni sus ojos no le deja ver ni tan siquiera el futuro que le espera y cierra el cuadro el infaltable locutor de sus peleas maritales por movil…

Definitivamente la vida es un ratito, y así toca tomarla…

Offside
¿despedida o bienvenida?