Son las 8:55 pm del 7 de diciembre de 2008, en pocas horas todos en mi casa estarán sentados en la puerta, meciéndose en la mecedora, tomando una cerveza Aguila y saludando al vecino.
Mientras, de este lado del charco, yo me tomo una cerveza Mahou que no sabe a nada o como mucho sabe a nostalgia, llamo a todos a desearles un feliz día de velitas y mi tio Alvaro, el más mamador de gallo de todos, me dice: “eche y de cuando a acá uno felicita por el día de las velitas, hay que ver que eso de estar lejos vuelve pendeja a la gente” y se rie con escándalo…
Yo me tomo otro sorbo de cerveza, le doy un abrazo a ella y sólo pienso… Rema rema rema ligero Juan Rema rema que vas llegando al baile.
Le subo al parlante, busco en youtube las cuatro fiestas y lo primero que me muestra son las cuatro estaciones de Vivaldi, hasta youtube está en contra de la nostalgia…
Que linda la fiesta es
en un 8 de diciembre (bis)
Al sonar del Traqui traqui
que sabroso amanecer
Con ese ambiente prendido
me dan ganas de beber