Category Archives: el ombligo del blogger

El mejor antídoto es la memoria

Para recordar…

El mejor antídoto para sobrevivir es hacer memoria, recordar como nos hemos reflejado en imagen en tiempos pasados, escarbar en esos breves destellos de algo, recordar que nuestro ADN, nuestra verdadera esencia no cambia…

Si, para recordar sólo hay que poner el corazón por delante…

“Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero en realidad estamos hechos de historias” Eduardo Galeano

Denle al play…

Continue reading El mejor antídoto es la memoria

Abran los ojos

Hoy traigo algunas ideas que son para ustedes pero también para mi…

Abran los ojos, mucho más de lo que creen que necesitan abrirlos. Ábranlos una y otra vez con curiosidad y sin temor. 

Escuchen todo lo que ocurre a su alrededor. El ruido del vendedor y los llantos de sus personajes, las ideas que les trae la música y los cantos de sirena. Escuchen con calma y mucha sensibilidad. No todo es imagen. El sonido dice mucho de nuestra historias.

No sé si se han dado cuenta pero “lo cotidiano” es una trampa. Hace parecer obvio todo lo que vemos y oímos, hace parecer que la realidad no tuviera historias por contarnos y si que tiene mucho -¡mucho!- por explorar.  Continue reading Abran los ojos

Piquis (?)

Cuando me encontré con Martina Imagina esta tarde me dijo, con cierto secretismo y bajando la voz:

– Te quiero mostrar algo…

Se metió la mano a la chaqueta y mirando hacia los lados para confirmar que nadie viera su tesoro me mostró:

– Mira, me regalaron un piquis…

Mi cara fue un poema, solté la carcajada y le dije…

– ¿Piquis?, no señor, eso se llama boliche*…

Ella, nacida barranquillera pero criada cachaca sólo atinó a decir:

– ¿Boli…que? uishhh (leáse con tono rolo) papi si hablas raro…

Y siguió jugando con su “Piquis”.

Continue reading Piquis (?)

La calle es una selva de cemento…

Cada día paso por su puesto de trabajo en la séptima con 22. Un puesto ambulante de libros usados que ubica en el suelo y recoge un día si y el otro también.

La primera vez que lo saludé me paré por pura curiosidad y le pregunté por dos o tres textos afines a algunos que vi ubicados en su mercancía. No me dio razón de ellos.

– Los que tengo son los que me encuentro, en la calle, en otros mercadillos, algunos me los regalan los vecinos y con esos me voy rebuscando, igual le averiguo y cualquier cosa le aviso.

Hoy pasé y no estaba. Estaba un chico algo joven, ya estaba recogiendo mercancía. Le pasaba el trapo a cada libro mientras leía su carátula. ¿Y tu papá? ¿no vino hoy? le pregunté intuyendo que podía ser su hijo por edad y parecido.  Primero me miró extrañado pero asumo entendió que era un cliente asiduo.

– No, no vino hoy, ni vendrá por varios días. lo jodieron el sábado. Estaba en el billar, tomando cerveza. Se puso a pelear con otro vendedor de la zona y le partieron la cabeza. Ahí anda en la casa leyendo, al fin, antes vendía y no leía, ahora le tocó bajarle a la velocidad…

Le mando saludos, que si, que le baje a la velocidad y empiezo yo a pedalear, a meterle  velocidad a mi final de martes.

Bajo a toda velocidad por la Calle 26, a esta hora todavía hay tráfico y movimiento. Es una zona un tanto caótica e insegura pero ya me he armado mi dinámica y siempre bajo a toda maquina por ahí.

Paso por el Centro de Memoria. Siempre, siempre me paro así sea un segundo a observar las pintadas que ponen “La vida es sagrada” sobre las tumbas vacías. No sé muy bien cuál es la fijación pero siempre vuelvo a mirarla.

Hoy cuando miro hacia allá están justo Juanito (Alimaña) y Pedro (Navajas), cada uno en una moto, uno le pasa mercancía al otro, sin mirar pal’ lado ni hacer amagues, todo movimiento está friamente calculado. Yo miro, mi mirada se tropieza brevemente con la de uno de ellos y sigue de largo, en efecto, la vida, sobre todo la mía, es sagrada.

Sigo pedaleando. Continue reading La calle es una selva de cemento…

Serendipia

Al principio de los tiempos estudié para ser periodista, mi titulo dice que soy “Comunicador Social y Periodista” e incluso al inicio de mi vida profesional ejercí un par de años como tal.

Hace un tiempo por las notables -y afortunadas- carambolas de la vida he ido tirando para otros lados pero manteniéndome siempre con un pie en la esencia del periodista: Contar cosas, explorar en los otros y exponer historias que merecen ser contadas…

Hay un término que me gusta mucho: “Serendipia”, ese escenario de posibilidades que se abren a partir de explorar lo desconocido, lo inesperado, lo que pocos logramos prever. Y es por eso que creo que ser periodista es -y será siempre- un camino lleno de recorridos poco previsibles, un escenario con muchos rostros y maneras de acercarse a lo real, a lo vivo, a lo que no para de reinventarse y eso me gusta mucho…

Feliz día del Periodista a todos esos colegas que luchan, aún, día a día contra lo imprevisible, lo inesperado y lo fantástico de cada una de esas historias que siguen esperando ser compartidas…

Martina me suena a…

Cuando ella iba a a nacer decidimos que si era niño el nombre lo pondría yo y si era niña lo pondría mi esposa.

Cuando supimos que sería una niña, mi esposa sin pensarlo mucho decidió que se llamaría Martina.  Carajo, me cayó como un balde de agua fría, no me gustaba ese nombre, lo repetía una y otra vez y seguía sin gustarme. Hasta que un día encontré esa palabra a la que me sonaba su nombre, ese día cambió todo.

Día 242  - Preparando

Como no puedo caminar por la vida sin dejar de preguntarme cosas, de vez en cuando aparecen en mi cabeza dudas: ¿de dónde surgen las relaciones? ¿dónde decidimos que ha aparecido una conexión?, ¿cuándo definimos que una persona hace parte de nosotros?.

No hablo de lazos de sangre, ni apellidos, ni nada por el estilo, no hablo de conexiones aprendidas u obligadas, hablo de una niña que ve TV sentada con total comodidad sobre mi barriga, una niña que baila y sonríe y que de vez en cuando se voltea y me dice, feliz, “Papi, mira a Peppa; Ale, mira guauguau, papi mira a Mickey…”

where can i buy disulfiram in south africa Caray,  como me gusta que me diga Ale…

Cada vez que estoy  jugando con Martina me preguntó eso y mucho más, ¿de dónde surge el amor filial y cómo se desarrolla de manera orgánica?  ¿cómo se logran establecer y afianzar lazos que duren toda una vida? ¿cómo se logra establecer un nexo en el que las almas de padre e hija tengan una conexión tan fuerte como el paso del tiempo?

Martina imagina Castillo 2

Cuando se prende la maquina de preguntas, no para… ¿Cómo hacerle entender a ella que su vida es lo mas importante para mi?, que sus sueños son  de ella, “de Matina“, pero que también son míos, que cada una de sus sonrisas y descubrimientos son míos, que dos días sin verla es encontrarla más grande, mas activa, mas viva…

No tengo  respuestas a ninguna de esas muchas preguntas y en realidad me gusta no tenerlas, no quiero ser un padre modelo, ni repetir uno u otro esquema, simplemente quiero ir recorriendo el camino de su mano, un camino que me enseña cada día una cosa nueva…

Y es que entre las mil dudas que tengo, la principal, la más difícil de responderme es que no sé si alguna vez logre hacerle entender a ella cómo  su cercanía, su llegada, su camino, su todo, me hizo cambiar por completo el sentido a la palabra “Imagina”…

deliberately Porque Martina, Martina siempre me suena a Imagina…

Martina imagina Chaplin

Bacatá: 1 año

¿Te acuerdas de la primera vez que saltaste?

Yo si, fue hace 10 años, mi primer salto fue justamente perder el miedo a saltar, con el paracaídas puesto o sin el.  A dónde salté en ese momento es irrelevante hoy…

Y así me la he pasado todos estos años, saltando una y otra vez, con respeto pero sin temor, con ganas y mucha tranquilidad, con la seguridad de que siempre, de una forma u otra, he sabido (y me han ayudado a) aterrizar.

Hace un año exacto, después de un par de días por carretera, llegué a Bogotá a dar otro de esos saltos.

Ha sido uno de los años más intensos de mi vida adulta. A decir verdad ha sido un año muy duro, jodidamente duro. Se tomaron decisiones valientes y ellas casi siempre traen consigo un importante -y necesario- periodo de reacondicionamiento.

Venirnos como familia (gracias Yeli, gracias Marti) a Bogotá fue dejar ir muy lejos las confortables zonas con las que ya se contaba, cambiarlas por espacios de deriva, de exploración, de descubrimiento, de caos, de serendipia…

Estos cambios, los muchos que se han hecho, han traído consigo dudas y muchas novedades, sobre todo muchas historias por contar, pero acá estamos, acá seguimos con la misma energía y pasión del primer día…

Nadie dijo que iba a ser fácil, tampoco nadie dijo que queríamos que lo fuera…

Gracias Bacatá por un gran año, nos has recibido bien, el hogar es siempre donde uno está, se lleva al hombro, así que hay que gozárselo… Y vaya si nos lo hemos gozado.

También quiero dar mil gracias a todos los que nos han ayudado a aterrizar bien, ustedes saben muy bien quiénes son…

Pilas 2015, te estamos esperando, acá, en Bacatá…

Keep walking llave… Keep walking.