No han pasado ni 48 horas desde que salió el avion de BCN y ya estoy enfrentado con la realidad de mi nueva estación.
Ya estoy en Barranquilla, con calor, con mucha brisa, con la alegría de sentirme cerca y con la duda de sentirme lejos, con expectativas, esperanzas y con mucho trabajo por hacer.
Ya comí arepa e’huevo, sancocho de guandul y alguna empanada se ha atravesado en el camino, ya me subí a un kra 54- uninorte, saludé a alguien diciéndole “aja y tu que?”, me tomé un trago de ron blanco, baje un par de cervezas aguila y hasta un partido de beisbol me gocé (la final del beisbol profesional, ¡Caimanes Campeones¡).
Ya me mamaron gallo por el dejo españolete, intenté por error dar dos besos cuando acá se estila uno y hasta la del banco se río cuando no entendí a que se refería con”referencias personales, familiares y profesionales” ¿pero mujer si la cuenta la quiero para meter plata no para sacarla?.
Ya fui a la universidad, ya me presenté, ya recibí parte de las cosas que haré, ya empecé a procesar la información, ya están dando vueltas en la cabeza varias ideas a implementar, mejor dicho ya empecé a cambiar a modo de profesor: ON.
En fin, es un cambio, una nueva óptica y una nueva manera de ver todo, cambia el lente no la mirada.
¿y todo eso en sólo 48 horas? AJA…
PD. Gracias a todos por la despedida. Ya saben que tienen un piso apartamento de este lado del charco.