Antes que nada una confesión: Soy caribe 100 %, mas costeño pa’ donde, orgullosamente costeño, hablo acelerado y enredado, me gusta cantar mientras hago una fila, soy alegre, bailador y mamador de gallo, siempre saludo a la gente como si la conociera de toda la vida, en fin cumplo con todos los clichés habidos y por haber de los costeños menos con el del amor por Maria Casquitos y el cogelasuavismo mal entendido.
Después de casi 4 meses de estar de vuelta a la República Independiente del Caribe ya puedo decir que estoy nuevamente adaptado a sus dimes y diretes y aunque una vez al año (que no hace daño) se me sale alguna españoletada tipo joder, ostias o cualquier otra de las frases aprendidas en la madre patria, normalmente me expreso en el puro y castizo lenguaje local.
Porque si bien hace un tiempo hablé del español en general y como en los diversos países hispanohablantes -sobre todo en España- tenemos varias maneras de llamar a la misma cosa (Leer: Se habla Español) hay que decir que en la costa tenemos una gran cantidad de palabras que creo que incluso mismos locales ignoran su significado.
En días pasados estuve en la inauguración del Museo del Caribe (visita altamente recomendable) y cuando iba terminando el recorrido me tropecé de frente con esta imagen. Una mural lleno de todas las frases del costeñol, algunas me toco echarle cabeza para recordarlas, otras me sacaron una sonrisa, otras me hicieron pensar “nojoda que palabra tan corroncha” pero lo más importante fue que todas me hicieron sentir parte de ese espíritu caribe.
A ver cuantas de las palabras conocen uds.
Verbena, embolate, guayabo, foco, fogage, chevere, mote, manivela, mote, manivela, perrenque, vascuencia, vaina, pechiche, calilla, alambique, calanchin, chechere, monocuco, barrejobo, bololo, filipichin, cantaleta, fartedad, guachafita, emputarse, pereque, bololo, totuma, corotos, cucallo, verbena, pingarria, calilla, cucallo, recocha, tumbao.
¿Entendieron? ese es el costeñol.
Caribe soy, soy soy
A mucho honor
En donde dice señas particulares
Ponga Caribe soy,
A mucho honor
El único lugar en donde aún
Se puede vivir de una ilusión
Foto: Carlos Durango