Cuantas veces nos es imposible diseccionar lo real de la ficción. La vida terrenal de la vida soñada.
Caminamos, trotamos y corremos, el semáforo se pone en rojo, verde y amarillo, cruzamos sin mirar a los lados, sin pararle bolas a las señales, sin imaginar que más adelante hay una historia…
Hay miradas que se dan de manera casual, otras seguro las estamos buscando. Parlantes que nos pintan el futuro, gente que le cuenta sus penas a un poste, regaños con palabras nada sutiles, gente que cruza cebras imaginarias, caras pintadas con ojos tristes…
No hay jerarquía, no hay selección. Sólo un mundo de distribuciones nómadas y anarquías coronadas. Bajo la caverna existe un subsuelo aún más vasto por explorar.J. Pascual.