Dos frases me dijeron.
– Eso es como la velocidad del sonido y los aviones supersónicos. El cuerpo va adelante y el sonido va detrás… hasta que lo alcanza y uno entiende todo.
– ¿Estas feliz? o no has tenido tiempo de darte cuenta si lo estás.
Las dos frases vinieron de un amigo y una amiga, los dos desde el otro lado del charco, los dos colombianos, los dos con toda la razón y se refieren a mi proceso de adaptación de vuelta a mi realidad en Colombia.
Ya ha pasado poco más de un mes desde mi decisión de volver por tierras colombianas y entre la salida a toda velocidad de BCN y la llegada a mayor velocidad a Barranquilla a asumir un gran numero de responsabilidades, aun no he tenido tiempo de sentarme a divagar y pensar sobre el momento actual que vivo en mi vida, que quiero, de dobnde vengo y para donde voy.
40 días, es extraño que en tan poco tiempo cambien tanto las cosas, las maneras como se ve, como se vive, como se disfruta, como se reconoce, como se muestra, como se potencia TODO. Es extraño que en tan poco tiempo las frases, los espacios, los olores, los sonidos, los sabores ya sepan de nuevo a lo que sabían. Es extraño también que tan poco tiempo parezca tanto tiempo en distancia con toda la vida, la gente y las cosas en BCN. Pero toca dejar de colgar, toca caer, toca aterrizar y entender que esa fue la decisión, ahora estoy aquí y aquí estoy y aquí me quedo, al menos por ahora.
En un mes he viajado de vuelta, reencontrado a la familia, saludado gente, reconocido espacios, asumido nuevos roles, equipado un nuevo espacio vital donde vivir, descansar, soñar e inventar, aprendido nuevas experiencias, reencontrado viejas amistades con derechos y sin ellos, asumido nuevos retos, reinventado una vez más mi estilo de vida, entendido que las cosas llegan cuando deben llegar, aterrizado… no eso todavía no.
En fin, es curioso, desde que se me da por pensar más de lo que debo vivo más feliz y al mismo tiempo más preocupado, un amigo me decía el otro día que se notaba que “las Europas” lo cambian a uno porque veía en muchos de mis escrito mucha pensadera y “eso no está bien compadre, eso no está bien”. Entendí que para él -y para muchos- pensar las cosas, darle vueltas al ritmo en que se vive, sopesar, divagar, a veces estresarse por lo que fue y por lo que viene es sinónimo de algo malo. Y no, eso sí que no. Eso no puede ser…
Joder coño! menos mal aclaraste porque con eso de que “el cuerpo va adelante y el sonido atras” ya me estaba comenzando a preocupar por tu sistema digestivo…
Joder coño! menos mal aclaraste porque con eso de que “el cuerpo va adelante y el sonido atras” ya me estaba comenzando a preocupar por tu sistema digestivo…