Erda loco, yo cogí al man del cuello, le pegue una que cule de trompa y el man se fue de culo. Se iba a levantar dizque a sacar la pistola, pero yo le dije que me matara, que se metiera a loco pa’ que viera. y eso que mis pelaos habían sacado el bate, es que yo siempre llevo un bate de aluminio ahí detrás por si cualquier vaina porque Rentería me hubiera quedado pendejo.
La típica conversación que necesita uno al mediodía para reposar el almuerzo, venía por todo la circunvalar después del almuerzo con la gente de Jamar y me tocó el infaltable taxista parlanchín.
– ¿Aja pero que fue lo que hizo que le pegaras al man? – Le pregunté, ya resignado a tener que aguantar sus historias, mitad mentira y mitad realidad.
Nombe loco es que ahí por la 72 con vía 40 había una alcantarilla destapada y botando esa agua de mierda, eche y yo le dije al man que le bajara a la velocidad y pasa ese desgraciao en bola de mierda y me coge y me pringa todo a mi y al pasajero. Cogí yo y me le pegue detrás y a dos cuadras me los alcance y lo cerré, me bajo, le pego un botinazo a la puerta y lo bajo de una sola trompa.
Es mediodía, justo me monté en uno de los pocos taxis sin aire, hace calor, pero el entusiasmo con el que cuenta su anécdota me hace prestarle atención.
– Aja ¿y que pasó después?- le pregunto, sin tener de otra.
Ombe el man tuvieron que quitármelo, yo me lo quería comer vivo es que creen que por son del IMPEC (una fuerza policial) pueden hacer hasta pa’ vender y eso no es así compadre. Yo no me dejo echar vainas de nadie ni como de pistolitas, nojoda buen monte que lleve yo, fusil al hombro.
El tipo sigue echando sus historias, al ver mi interés se emociona y me empieza a contar otra.
– ¿Ves este diente que me falta?, me lo saco un policía – Me dice mientras me muestra una boca rota, llena de dientes negros que hace que se me revuelva el estomago.
Esta nueva historia no se porque se ve seguramente más ficticia que la anterior, en esta el se va comiendo un mango, pasa un policía a su lado y se cae y la termina cogiendo con el, le dice dos palabrotas y este se baja y le pega una trompada a lo que el policía le responde pegándole con el casco, pero casualmente su hijo es policía y llega al llamado del otro policía y “lo que sea con mi papa es conmigo.”
Me gusta la gente que sabe contar historias. Mejor si se las cree de tanto repetirlas.
– ¿Aja y en donde fue que combatió ud.? – le pregunto con curiosidad después de la tercera vez que hace enfasis en que el no le tiene a la muerte porque ya se la ha tropezado varias veces.
¿Yo?, en los montes de María, en varias partes más pero eso eran otras épocas cuando estaba http://kaminakapow.com/2018/12/ en las FARC.
http://cathedral-lonavala.org/ Vaya.
La vía 40 es una vía muy larga y muy sola, el almuerzo ya no me está cayendo tan bien, yo estoy muy desadaptado a estas realidades, sean ficticias o sean reales… como la vida misma.
Bienvenido a Macondo!
Esa es Locombia.
Supongo que encontrarás más anécdotas como esas en el camino.
suerte.
Alejo,
Volver a estos absurdos, a este Macondo como ya te dijeron, que bien!. Tendrás un montonton de historias más. Nada de miedo. Este país y estas ciudades estan llenas e historias detrás de todo el mundo. Grandes y pequeñas aventuras que al oyente como uno, deben entrar, calar sin prejuicios y llenar la cabeza de mas imaginarios. Que bueno estar de vuelta y sorprenderse de nuevo.
Un abrazo
Alejo,
Volver a estos absurdos, a este Macondo como ya te dijeron, que bien!. Tendrás un montonton de historias más. Nada de miedo. Este país y estas ciudades estan llenas e historias detrás de todo el mundo. Grandes y pequeñas aventuras que al oyente como uno, deben entrar, calar sin prejuicios y llenar la cabeza de mas imaginarios. Que bueno estar de vuelta y sorprenderse de nuevo.
Un abrazo
carajo alejo, yo no se que habria hecho ahi, seguir con la conversacion o botarme del taxi en movimiento… como para agregarle un aire peliculezco a tu historia.
Hablando en serio, de todo se ve en la vi~a del señor… toca tener paciencia y una mente abierta para asimilar lo bueno y masticar muy bien lo malo.
Bienvenido de regreso a la realidad!