Todos los caminos llevan a…
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Mira el video del viaje a Roma en El Armadillo TV
Si, todos los caminos llevan a roma y menos mal porque es una ciudad para no perderse.
La Plaza de San Pedro en el Vaticano, majestuosa e imponente.
Para empezar habría que sintetizar todo el sentir de la ciudad en una palabra: Colosal; en Roma todo es grande: desde el Coliseo Romano, el Campidoglio, la Plaza de San Pedro y demás sitios históricos/turísticos pasando por la belleza de sus mujeres y llegando hasta el sabor de sus pizzas, helados y pasta.
Eso si, para que negarlo, mi llegada -como me ha ocurrido en alguna otra ciudad de Europa- fue algo decepcionante pues nada más bajarme del tren procedente del aeropuerto de Fiumicino en Termini, la gigantesca estación central de trenes y transporte, y salir a la calle esa sensación de “que bien, estoy en Roma, que bacano” se desinfló un poco debido a cierta suciedad y desorganización (vendedores ambulantes, trafico demencial, ni una señal de transito ni un semáforo) que pude sentir en esa céntrica zona de la ciudad.
Una escultura de la fuente de Giacomo della porta y de fondo el Pantheon
Pero afortunadamente las primeras impresiones no siempre son correctas y nada más dejar las maletas en el hotel y empezar a caminar por las empedradas calles, a tropezar con sitios históricos (y que mi retina había visto muchas veces pero sólo en fotos o video) en cada esquina y a poder admirar tantas y tan fascinantes muestras de arte y arquitectura de todas las épocas pude entender las razones que llevaron a nombrar a Roma la capital del mundo antiguo y el porque hoy en día es uno de los principales y más frecuentados destinos turísticos del mundo.
El viaje tiene para escribir un buen rato, pero por resumir un poco podría decir que :
El recorrido empezó el viernes por la tarde y terminó el lunes en la noche, fueron 4 días , 223 fotos (0 fotos gracias a la linda tarjeta SD de mi cámara fotográfica que se auto formateo), 2 horas y media de video, 31 horas reales de recorrido, 10 horas de fiesta, 1 botella de ron, 15 shots de tequila, muchaaa cerveza, 7 porciones de pizza, 3 platos de pasta y como 2 kilos de helado (de cono en cono va subiendo la cuenta).
Famosa mundialmente, la Fontana di Trevi
El recorrido incluyó visitas a sitios tan emblemáticos como el Colloseo (coliseo romano) sin leones ni gladiadores pero de gran imponencia, el Vaticano con su impresionante Basílica y Plaza de San Pedro, el antiquísimo Foro Romano que aunque es poco lo que queda en pie muestra vestigios de una tremenda infraestructura, la Piazza Navona con su Fuente de los Cuatro ríos escenario de una disputa más de los talentosos Bernini y Borromini y la romántica (y famosa) Fontana di Trevi escenario de muchas películas y visita obligada para todos aquellos que pasan por la ciudad eterna.
Pero aunque las visitas a los sitios más resaltables estuvieron muy bien por las obvias razones, no está de más resaltar el encanto de caminar por sencillas calles sin ningún otro interés que el simple feeling y encanto que transmitían y que nos mostraba la esencia de la ciudad.
La cúpula de la basílica de San Pedro vista desde el Museo Vaticano
Ahh por cierto no está de más, darle las gracias y mandarles un saludo a mis compañeros de viaje Santiago, Karen, Alembert, Jose, Gaby y Erick, todos tremendos amigos de la época del master en Madrid, que se aguantaron con paciencia y buen humor mi pasión por fotografiar (para nada, tarjeta de mier…) y grabar cada paso del recorrido -y de paso armar un par de buenas fiestas por el monte Stachhio-.
En fin, que tremendo paseo, altamente recomendable y ya que las fotos murieron al menos queda el recuerdo de este video de mi paso por Roma.
La creación representada en la Capilla Sixtina de Miguelangel