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#BarcelonaTeEstimo

Cuando llegué a Barcelona en el hoy lejano 2005 mi primera oficina quedaba en la Carrer Pelai al lado de Plaza Universitat apenas a un par de calles del inicio de La Rambla.

Acababa de llegar a una ciudad en la que conocía poca gente y en la que cada uno tenía ya sus propias dinámicas, para mal de males los euros en el bolsillo eran todavía pocos por lo que mi plan de mediodías, tardes y muchas noches era recorrer la cercana Rambla y maravillarme de lo simple que era ser libre en un espacio como ese en donde gente de todas las nacionalidades paseaba tranquila, se reía con una estatua humana -yo mismo fui estatua humana por un día para festejar un 20 de julio compraba flores o tomaba una cerveza acompañada de unas tapas.

Fueron muchas las “cerveza beer” y las empanadas picantes de los Pakis que comí en ese escenario, fueron muchas las noches de fiesta en Barcelona que por una razón u otra terminaron ahí, apoyados en una banca, hablando de manera extraña cualquier idioma intentando acercarnos a otros, porque eso era, y es, para mí La Rambla, un lugar donde encontrarse y acercarse a otros…
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No se empute viejo David… (David Sanchez Juliao – QEPD)

“Nos hablaba de un poco de vainas que nojoda, no tenian un carajo que ver con las vainas que le rayan a uno el ojo de tanto mirarlas todos los días acá en Lorica. Nos hablaba dizque de Napoleon y su Watergate, de Simon Bolivar y su azúcar Manuelita refinada, de la torre infiel de paris, del museo de la ubre, la universidad de lavaina y vaina, ñerdaaa y un poco de vacilones ahí raros.

Ñerda y nosotros que carajo, mira nosotros queríamos sera era pitcher de la Selección Colombia, porteros del junior de Barranquilla, guacharaqueros de Alejo Duran, cantantes de los Hermanos Martelo o sparring de Pambelé. Vainas bacanas, estimulantes…
El Flecha – David Sanchez Juliao

David Sanchez Juliao

Foto vía Terra Colombia.

El recuerdo que viene a mi cabeza es estar sentado en algún bar perdido de Barcelona, seguramente el popular Panxot, tomando una cerveza con el combo del Grupo Copera y hablando sobre “El Flecha” y “El Pachanga” los dos personajes más famosos y reconocidos del escritor loriquero, caribeño, costeño, David Sanchez Juliao.

En la distancia, del otro lado del charco las necesidades de verse reflejado y reconocido nos llevaban a buscar los referentes más distorsionados de nuestro sentir caribe y el Flecha, el Pachanga y la mayoría de personajes del escritor loriquero tenían todo para ser esos referentes buscados.

Bastante nos reímos contando y repitiendo diversos fragmentos de estas narraciones de esos personajes imaginarios, de esos perdedores agradables, de esos personajes que quisiéramos que no estén pero están ahí, en nuestra costa, en nuestro caribe, en nuestro sentir…

Hoy en la madrugada murió David sanchez Juliao, no sólo conocido por este par de personajes sino por multitud de novelas, cuentos, guiones para cine y TV y muchas otras obras creativas en las que siempre, oígase bien, siempre estaba en el aire su sentir y amor por la tierra, por la región que le vio nacer y crecer.

No se empute viejo David, no se empute… Paz en su tumba

Les dejo la grabación de el flecha

http://www.goear.com/files/external.swf?file=5984a30

Y también pueden divertirse con los acertados comentarios de “El Pachanga”

http://www.goear.com/files/external.swf?file=79bf45b

Bonus Track…

“…porque yo no sé en este país cómo un carajo de carpintero, latonero, albañil, jarreador de agua, embolador, vendedor de Marlboro, minorista e’ Kent, carretillero, jarria-bulto, portero de cabaré’, picolero, cabrón de puta vieja, ayudante’ bu’, fabricador de jaula, vendedor de raspáo, chasero, escritor, administrador de un agáchate, mandadero, vendedor de maní, acordeonero, serenatero, fotógrafo de bautizmo, consolador de legendarias, sacristán, voceador de perdiódico, vendedor de tinto, llantero, mecánico o empalmador puede vivir.”

Miedo a escribir

http://circleplastics.co.uk/about “El arte empuja la locura a sus límites sin cesar” Foucault

Hubo una época, en un lejano país en una lejana versión de lo que soy en la que escribir era para mi no un interés, un hobby, la excusa para ir de poeta maldito ni la tarea de los fines de semana… era una necesidad.
Pasó el tiempo, pasaron los kilómetros, se acortaron las distancias y se bajó el telón.

Escribir se volvió doloroso. Se volvió una herramienta anacrónica usada en el pasado simplemente para drenar y drenar tantos fantasmas como el corazón quisiera o pudiera en ese momento.

Me obsesioné con dejar los espacios de mi sentir a las miradas más literales, a miradas más entendibles, entendidas, ¿por quien? por mi, muchas veces, por otros, otras más, miradas en movimiento, a full HD pero en slow motion, carentes de significación real, al menos no tan real como quería creer que eran, que son.

Cada vez que escribo pienso, cada vez que pienso escribo, un circulo vicioso mediado por la hoja en blanco, pero todo pasa por dejar de creerme las mascaras que he creado, por dejar un espacio para permitirme tocar, sentir, conectar, vivir ese dolor de lo real, de lo cercano, de lo verdadero.

Intento pensar en donde empezó todo y no lo encuentro, todo se tropieza en ese momento, el momento del click, en donde empezó esa loca, a veces desesperada, a veces esperanzadora y constante búsqueda expresiva que se ha vuelto un caos que al fin y al cabo no es nada y es todo, es simplemente un disparador.

Lo más complicado es desconectar un momento y no sentir lo molesto que es quitarse las mascaras constantes de fortaleza pero sirve para entender(nos).

Y toca hacer los cambios que toque hacer. Se siente, los cambios remueven estructuras y con una vida marcada por cambios constantes, por la reinvencion como estilo de vida, como ha sido la mía se sienten más.

Sūrajgarh Por eso, por todas esas ideas que dan tantas vueltas es que tengo miedo de escribir, por eso, por todas esas ideas es que tengo ganas de vivir… y sentir.

Por alguna inexplicable razón me acorde de esto que escribí hace ya un tiempo…

“C. en Beirut corre para que no lo alcancen las bombas y poder llegar sano y salvo a ver la TV; D. en Toronto va y viene del supermercado comprando y comprando sin parar, nada que hacer lo ha absorbido el consumismo; F. en Milán mira pasar una y otra modelo en la mayor pasarela, la calle, y maldice su suerte por no ser tan agraciada; H. en New York corre por la 5ta avenida con su Ipod a todo volumen esquivando coches y buscando su camino; L. en Porto camina lentamente por la orilla del Río Duero camino a su reunión de A.A. mientras barcazas cargadas de toneles de vino le hacen el quite; G. en Bogotá observa embelesado la vitrina mas cara del Andino mientras la mano dentro del bolsillo no para de acariciar su único billete de 10 mil pesos; P. en París suspira frente a la Torre Eiffel mientras busca en el listado de contactos amorosos de Le Monde; Q. en Venecia para una góndola pidiendo un cantante y le sale un marino mercante, P. en Santa Marta hace un amague, da una gambeta y mete el gol mientras oye en su mente pitan pitan pitan y sueña con llegar a Pibe o al menos salir de Pescaito; A. en Berlín tropieza una piedra cercana al muro y se imagina que es un fragmento de esa libertad prometida.”

Y mientras tanto yo en Barcelona, miro el atardecer que cae, me tomo una cerveza y me voy a dormir.

¿Tanto nos cuesta aceptar que no somos el centro del universo?

“Todo lo que puede ser imaginado es real.” Picasso

 

Agítese antes de servir…

Dame feeling, give me some patatas bravas. Quiero parlar una mica extraño today. Sé que puc parlar en catalá, inglés o francés.

No quiero vivir cerca de las ramblas y un guiri no quiero ser.Quiero llenar Barcelona de graffities y my words say. Dame dame dame todo el power… Beats, move on, deja de joder, no seas gilipollas, toca una canción, corre…

Y olé.

¿Y yo que culpa?

En la puerta del metro Fadul, rostro demacrado, mirada perdida, manos destrozadas por el trabajo intenta hacer sentir lastima a la multitud, habla de hijos, de hambre, de responsabilidad, de sentimiento.

Hugh pasa a su lado, lo esquiva para no manchar su traje de 1000 euros y piensa para si mismo “Y yo que culpa.”

Y eso que apenas empieza la navidad.

La vida inventada

Josh es hungaro, es director de cine, al menos eso le ha dicho a la mexicana que acaba de conocer en el bar.

Ella esta encantada con su look bohemio y sus ojos claros, el le habla de su carrera en la industria audiovisual ella le habla de tonterías, lo que ella no sabe es que las únicas historias que cuenta son las que inventa a su familia: Que está estudiando en una reconocida academia, que trabaja y que tiene novia catalana.

TODO es mentira.

En realidad él está simplemente pasándola de puta madre living la vida en BarceloCa.

365 días (de vuelta a Colombia)

La vida cambia de un segundo al otro, esa es una de esas frases clichés que escuchamos una y otra vez  a lo largo de este viaje que llaman vida.

Pero cambia…

Hace un año, un año justo, corté las cuerdas del paracaídas en Barcelona, mire hacia abajo y me tiré en picada, sin casi pensarlo, sin hacer un plan a mediano plazo ni  nada por el estilo, simplemente dejándome llevar por los instintos y la idea de que los cambios son necesarios pues nos refrescan y nos permiten mirar las cosas desde otra perspectiva.

Fue una buena decisión aceptar esa oferta. Este ha sido un año interesante, magnifico, debo decir con el corazón en la  mano que ha sido uno de los mejores años de mi vida adulta en muchos sentidos, en todos los sentidos, claro que siempre faltan cosas pero creo que esa es parte de la sal de la vida pues si todo estuviera solucionado no sé qué haríamos en el siguiente movimiento de las piezas de este interesante y largo juego…

A veces me siento a divagar y empiezan a pasar por mi cabeza, en cámara rápida, recuerdos, imágenes, de todas las cosas que he conseguido hacer este año y me parece increíble que todo se haya hecho en “tan sólo” 1 año, pero hay que ver que rinde y rinde que da gusto…

No puedo decir que esté todavía al cien por cien en Barranquilla, mi mente todavía vuela a Barcelona y recuerda mucho, cosas, espacios, personas y sobre todo sensaciones y sentimientos, todas estas mezcladas en un gran sueño que casi siempre parla una mica de catalá pero sueña con Macondo…

No ha sido fácil, nadie dijo que lo sería, aun así, a costa del día a día ya me siento jugando nuevamente de local aunque, para que negarlo, a veces no pueda evitar la sensación de sentirme un visitante. Supongo que mi experiencia viviendo en España tantos años no permitirá nunca que mi mirada sea la misma, es una parte de mi y quedaran ahí siempre: experiencias, recuerdos, ideas, personas, todo…

Hace rato vengo diciendo que -casi sin dudarlo- acá estoy y acá me quedo, con eso me refiero a Colombia, no sé si Barranquilla es el destino final, no lo sé ni lo tengo claro pero si sé que es el sitio que me permitió volver a mi país a hacer cosas, a soñar historias, a inventar proyectos y sobre todo a  vivir nuevamente con los míos, con mi gente y eso se lo agradezco enormemente.

365 (días) es un número tan repetido por mi estos días con la locura de los videos en que me metí, que ni me he tomado el trabajo de ver lo enorme de la cifra, es enorme, son un montón de días, cada uno con su cuento, cada uno con su rollo, cada uno con su historia.

Este año he aprendido muchas cosas, he aprendido (o estoy aprendiendo) a ser paciente, a trabajar en equipo, a dirigir, a ser más cercano con la gente, a mirar todo desde dos perspectivas distintas, a respetar las ideas ajenas, a no pensar sólo en mi, a ser menos egoísta, a delegar y dar responsabilidades a los demás, ser más confiado de mis capacidades y de las capacidades de los demás, que la pasión es el unico motor que mueve las cosas, el que nos deja soñar y soñar y sobre todo ha sido un año en el que me he dado cuenta de cuan fuerte fui en acciones pasadas y cuan fuerte puedo ser ahora.

No hay duda, en la vida real no tenemos guionistas que nos hagan decir siempre frases graciosas, ni un script que nos marque (o recuerde) los errores que cometemos… por eso hay  que seguir rodando porque es el camino el que nos permite decir esas frases o darnos cuenta de esos errores.

Hoy hace un año me despedí de muchas personas  y le di la bienvenida a otras, pero lo importante, lo verdaderamente importante es que quienes se merecen estar en mi linea de vida han seguido ahí, sin importar los 12 mil km y la distancia espacio-temporal, han seguido apoyando, haciendo soñar, persistiendo en su empeño de hacer parte de mi vida por siempre.

Hoy mientras escribo esto me tomo una(s) cerveza(s) domingueras, me levanto una y otra vez a la ventana a ver el cielo, cielo que hoy es barranquillero y que hace un año era barcelonés, miro al cielo, me concentro profundamente, alzo mi botella y brindo… por mi, por ti, por ustedes, por nosotros, por el año… por los que vienen.

Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto…
Ser un emigrante ese es mi deporte…
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte, sin transporte… a pie, con las patas… pero no importa este hombre se hidrata con lo que retratan mis pupilas…
Cargo con un par de paisajes en mi mochila, cargo con vitamina de clorofila, cargo con un rosario que me vigila… (Pal norte, Calle 13 FT Orishas)

 

Rema, rema, rema ligero Juan…

Un 7 de diciembre la alegría y la nostalgia se encontraron en una esquina, cada una cerveza águila en mano y farolitos en la otra. Se saludaron efusivamente como cada año.

Una le pregunto a la otra:

–    Mira Nostalgia  ¿y tu porqué siempre me sigues en estas fechas?
–    Pues porqué será querida Alegría, porque diciembre nos necesita, a ti, a mí, a nosotras

Es inevitable, la alegría viene siempre cargada de nostalgia, siempre se atraviesan pequeños fragmentos del pasado en estas fechas, más cuando esos fragmentos siguen ahí, siguen su curso en un rara historia macondiana.

Tenía tantas ganas de escribir mi visión de un nuevo 7 de diciembre, fiesta que da inicio a la navidad de manera formal, pero es un 7 de diciembre extraño pues después de 5 navidades por fuera, Living la vida en BarceloCa, sin vivir estas fechas por acá por Colombia -con su sabor, con su alegría, con su cotidianidad- me siento más que raro…

De hecho son más las 6 de la tarde y sigo trabajando apenas voy saliendo pa’ mi casa, mientras media Barranquilla, media Colombia, ya está desconectada pensando en los traqui, traqui, las chispitas mariposas, las velas, los faroles, la cena especial, las aguilas y el roncito.

No estoy inspirado pero creo que esta fecha es tan importante para mí -por poder compartirla nuevamente con gente cercana, querida y sobre por poder hacerlo en mi propio patio- que debo escribir algo al respecto.

Y aunque no pude ir a La samaria a pasarlo con mi familia por vainas de trabajo  estaré con amigos y con gente que aprecio, en Curramba, en Quilla, en La Arenosa, como dijo Turint, el mejor lugar para estar vivo un 7 de diciembre…

Que carajos, hoy estoy de nuevo acá, me dedicaré a gozarlo, a bailarlo y a decir con todos mañana en la madrugada

Que linda la fiesta es
en un 8 de diciembre (bis)

Al sonar del Traqui traqui
que sabroso amanecer

Con ese ambiente prendido
me dan ganas de beber

La pascua que se avecina
anuncia la navidad