Cero y van tres…

Era 29 de abril del 2005, ya estaba empacada la mitad de la maleta, mi nickname del messenger ponía “en 15 días empieza la vuelta a Colombia” y la aventura parecía haber terminado. Habían pasado volando los 7 meses en Madrid y se acababa la beca del máster por lo que 15 días después tenía que estar montado en un avión a retomar la vida en Colombia, buscar trabajo y vivir de los recuerdos de una de las mejores experiencias hasta ese momento.

Suena el teléfono. Un conocido de Barcelona quería montar una productora audiovisual, un proyecto pequeño sin muchas pretensiones pero con la idea de ser grande, ¿quieres administrarlo? me preguntó, mi mente enseguida se puso a mil revoluciones por segundo e impulsivo como soy (a veces) le dije sin dudarlo “¿dónde firmo?”, sin pensar en que por política de la FC “tocaba” devolverse, en que tenia ya comprado el tiquete por parte de la FC y en que no tenía ni idea de que sería mi vida a partir de ese momento. Fui (vine) a Barcelona un par de veces para entrevistarme con los del proyecto, conocerlo un poco más y ya está, decidido se alargaba la estadía por tierras europeas. Volví a Madrid reacomodé mis cosas, me despedí de las grandes amistades hechas en el periodo madrileño, avisé en Colombia a familia y amigos que el viaje se suspendía momentáneamente por “causas mayores” y comenzó una nueva etapa.

Llegué a BCN un 3 de mayo de 2005, con 2 maletas, un televisor y una grabadora, ahí estaba toda la vida que había coleccionado en la capital española, pero sobre todo llegué con mil expectativas de lo que vendría. Llegué a casa de un conocido, dejé el equipaje y salí directamente a trabajar/conocer la ciudad /buscar piso/reubicarme/centrarme.

Después vinieron mil cosas, estuve 6 meses con la productora, el proyecto no salió como se esperaba y como se suponía que sería y quedé en el aire. Me voy o me quedo era la pregunta diaria, pero no me iba a ir sin antes dar la pelea y ahí empecé el camino del doctorado para quedarme un tiempo más enfrentándome a el “sueño europeo”, a partir de ahí las cosas cambiaron ya no era el típico estudiante en Europa con beca o sueldo de papá sino que pasé a “jugar de local” y ya pensando más en un proyecto de vida por acá, traducción pase a ser un inmigrante más.

No ha sido fácil, mentiría si lo dijera, me ha tocado trabajar mucho (mucho es MUCHO) y en áreas muy distintas de la mía por el simple hecho de no tener permiso de trabajo sino de estudiante, sentir la nostalgia de la familia y de la tierra, el desarraigo del inmigrado, ponerle energía a mil cosas y que no salgan por la falta del cartón que te acredite como ciudadano “europeo”, recordar, recordar y recordar, vivir las fiestas familiares a través de un teléfono, los videos con la lagrima pronta deseando felicidad del otro lado del charco; en fin ha sido un camino largo y culebrero.

Pero ese camino duro únicamente hace parte de la anécdota, se que en unos años eso estará en los fondos perdidos de la memoria y lo que surgirá será el recuerdo de todas las cosas que he aprendido, las amistades que he conocido, los países que he visitado, la madurez que he adquirido, las ganas de hacer mil cosas que he potenciado, el deseo de seguir luchando porque si ya “me comí las verdes ahora sólo resta esperar para que lleguen las maduras”.

Para que negarlo, en ocasiones he estado a punto de tirar la toalla pero han podido más mi terquedad y mis ganas por darlo todo, por eso siento que he dado la pelea como los grandes y por eso hoy, 3 años después, sigo trabajando, estudiando pero sobre todo living la vida en Barcelona

Si, me deseo a mi mismo “felices tres años en Barcelona”… y los que faltan.

Offside
Se va a acabar, dentro de nada todos quedaran en jaque.

6 thoughts on “Cero y van tres…”

  1. Huy compadre… la aventura no ha sido facil, pero si enriquecedora, o no???Por aqui celebrare la misma vaina dentro de unos meses, te mandare un pedacito de ponque!

  2. y reucuerda…la meta está ahí…la ves? claro si te falta poco..un abrazote! eres un ejemplo para muchos incluyendo a esta mujer! se te quiere.

  3. Hombre, es difícil poder expresar ese sentimiento cuando se cumple años lejos del lugar y la gente con la que se paso tanto tiempo. Felicitaciones! o en hora buena?

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