Costeños, cachacos y esas pendejadas que nos quitan -y no deberian-el sueño
o como no dejar contento a nadie.
No quiero oir hablar más de Carlos Vives, de Shakira o de mariposas en Macondo, tampoco quiero oir hablar de ser la capital del país, el motor del progreso o la ciudad con la gente mejor preparada del país.
Quiero en cambio ver cuando sera el día que nuestra amada zoociedad colombiana va a dejar de recurrir a topicos manoseados una y otra vez para demostrar que una u otra parte es “la mejor del país”, quiero que un cachaco me vea y no me hable con un intento de acento costeño y me diga nojoda cuadro y tu que cogela suave pero también quiero dejar de mamarle gallo por que no sabe bailar: si ven ya me dejé contagiar por los típicos tópicos….
Si hay una cosa que detesto es cambiar algo que he escrito, rara vez lo hago pero a veces toca; la semana anterior -siguiendo los mandatos del lector tirano– me disponía a comentar mi punto de vista de la eterna disputa -maginificada en mil chistes y unas cuantas telenovelas- entre costeños y cachacos, corronchos y rolos, ya había hecho un análisis descriptivo de ambas identidades y como a lo largo del tiempo se había dado esta relación de amor/odio, de ni contigo ni sin ti.
El tema se me antojaba antoja complejo pues tiene mil puntos de vista imposibles de unificar, más aún, había logrado dotar de un tono conciliador a mi nota, no buscando quedar bien con ningún lado sino más bien tratando de hallar una hipotética reconciliación -al menos virtual- entre los bandos.
Y llega SOHO y me manda el plan a la mier… por la borda.
Porque el dicho famoso es que cada país tiene los gobernantes que se merece, pero hoy día yo lo cambiaría a que cada país tiene los medios de comunicación que se merece; y es que no voy a entrar a debatir si el columnista que habló contra los costeños es un hijuemadre o que algunos amigos costeños que han abarrotado mi correo con mensajes diatribas en contra del mismo son unos pendejos por seguirle la corriente a un alborotador o que algunos cachacos mandan huevo por crear grupos en Facebook donde piden echar a los costeños, paisas y de otras tierras de Bogotá.
Lo que quiero llamar a debatir es si es justo que un medio de comunicación como lo es SOHO (que hace parte de un gran grupo de medios como es el de SEMANA) no tenga en cuenta que un país como el nuestro lo que menos necesita es generar más odios internos de los que ya hay, es decir que no basta ahora con que sigamos arrastrando un conflicto civil hace más de 50 años sino que tenemos que permitir que los medios de comunicación de manera irresponsable le den el encargo a escritores alborotadores de escribir sus odios como quieran sin importar el resultado final o las consecuencias que esto pueda traer (quiero ver en enero las estadísticas de peleas y tropeles entre grupos de costeños y cachacos estas vacaciones de Diciembre en Santa Marta, Cartagena y demás).
En serio, los colombianos tenemos los medios que nos merecemos. No entiendo como es posible que la gente (pastusos, caleños, costeños, paisas da igual) caiga en la trampa de estos provocadores y se vaya lanza en ristre en contra de los pertenecientes a otra región magnificando los odios una vez más y de paso logrando que la revista consiga su objetivo: que hablen, bien o mal, pero que hablen.
Me decia hoy día un observador externo (no colombiano) que en Colombia no sabemos dialogar, y es cierto, nos respondemos con balas, improperios, gritos y ataques directos a los demás, nunca intentamos cambiar lo que nos corresponde y punto, no, tenemos que -a como de lugar- desacreditar al “oponente”, oponente que a todas estas sólo existe en nuestras cerradas mentes.
Tengo rabia contra los cachacos y tengo rabia contra los costeños, me tocará volverme amazónico de tal manera que el máximo preconcepto que se pueda tener de mi es que soy literalmente un indio. Prefiero eso a los otros mil preconceptos que manejamos en nuestro día a día los colombianos.
Y UDS. ¿QUE OPINAN AL RESPECTO?
Offside
hay veces que ni que…