Es que uno está preparado para aguantar de nuevo el calor, los mosquitos, el cogelasuavismo y hasta la espuma -nada como la clásica maizena- que le echan a uno en las fiestas de precarnaval pero hay realidades que todavía chocan, que hacen mirar para arriba y decir en voz alta… NOJODA LLAVE.
12.30 bus kra. 54 Uninorte, rumbo a la 84 a una vuelta administrativa. Se monta al bus un niño, flaco, con mirada perdida, con pocas ganas pasa puesto por puesto y pega a quien se deja una calcomanía con una carita feliz, cara que seguro pocas veces ha tenido el.
Nadie le para bolas, le dicen que no les pegue nada, la típica apatía de la que yo mismo hacía gala hasta hace pocos años. Mientras camina haciendo equilibrio a lo largo del su gran plaza de negocio yo voy pensando.
Si le doy se lo va a dar al papá o padrastro, el HP que lo obliga a trabajar, si no se lo doy igual va a pasar más o menos hambre e igual le van a pegar su par de chancletazos cuando llegue a su casa esta noche. Cuando llega a mi puesto le pongo el brazo izquierdo y estampa su calcomanía en mi camisa. Le doy las dos monedas de 500 pesos que llevo en el bolsillo. Las recibe, da las gracias y sigue su camino, ya es un robot de la supervivencia, no le alegra que le de plata, igual no es para el.
Me bajo en mi parada y el se baja detrás de mi. En la esquina hay un restaurante de pollo, me volteo rápidamente hacia el y le pregunto si ya almorzó.
– Que va jefe, si ni he desayunado. Me dice
Le digo que me espere un momento, se que si entra lo van a sacar porque los demás clientes se indignarían, entro pido un plato y se lo llevo.
Cuando le doy el plato sus ojos se ponen como platos, hurga en sus bolsillos saca de nuevo las pegatinas y me pone otra en el brazo derecho. Abre la caja de comida y sonríe. Sigo mi camino.
– Jefe, que tenga un buen día. Se despide.
Seguro que voy a tener un buen día.
All menos hay cosas que todavía no he empezado ni quiero empezar a entender, todavía no entiendo como antes podía hacer siempre la mirada al lado, todavía no se cuanto me durará esta sensación de ser extraño en tierra ajena, todavía sigo mirando, observando, escuchando, leyendo entre líneas, reinventándome, sobreviviendo.
Have a nice day.