¿Volver? (2/3)

Y sigo escuchando lo que me cuentan aquellos amigos que por una u otra razón aparcaron la búsqueda del sueño europeo y volvieron a trabajar en sus países.

Sus escritos me muestran un ambiente y unas sensaciones, sus descripciones me hacen notar que volver no es tan fácil como parece ni tan difícil que no se pueda, para bien y para mal el ser humano es un animal de costumbres.

Cata es de Bogota, Mariam de Caracas, las dos fueron mis compañeras de piso en la época de Madrid, las dos se devolvieron y las dos tienen algo que contar.

http://vintagegoodness.com/wp-content/plugins/seoplugins/mar.php Ana Catalina Baldrich, Periodista, Colombia
Cuando el país es un punto

Regrese a mi Colombia hace un par de años, sin querer para ser sincera ya que España y en especial Madrid me llenaron de vida, de ideas, vivencias y de todo lo que se necesita para sentirte en casa. Sin embargo, por razones que no vienen al caso volví a ella y en ella vivo intentando a diario no extrañar el país del otro lado del océano.

El temor primero del regreso se resumía en trabajo ya que todos sabemos que no es fácil vivir de lo que te gusta en un país en donde la mayoría de los medios pertenecen a unos pocos. Pero la suerte me acompaño así como la experiencia de España que a pesar de la distancia me persigue.

Hoy trabajo para una agencia de noticias española y desde acá no pierdo el contacto con la paella y las tapas, disfruto de la bandeja paisa y el arroz con pollo pero con el gusto del sabor castellano a diario.

Soy feliz aunque extraño, y si extraño es porque cuando puedes vivir fuera de tu burbuja te das cuenta de que tu país no es mas que un punto en un inmenso globo, un punto pequeño que te da las bases para ser quien eres pero que te anima a descubrir los demás puntos. Mi gran país inmenso y rico es solo es un punto y por eso ahora fijo la mente en el resto del mundo que falta por descubrir, una parada en mi propio punto para tomar fuerzas y luego continuar en el viaje preparado para los que amamos la patria pero queremos dejar las fronteras para asumir que nuestra nacionalidad son tres colores que se ven mejor cuando se mezclan con el azul y el verde del globo entero.

Pentecoste Yeimi Ramirez Avila, Venezuela, Periodista

Caminar de eso se trata esta historia. Andar por vez primera, paso a paso si se quiere o al ritmo de las ganas mezcladas con el desconcierto, pero andar. Un largo trayecto lleno de esperas, rostros que se dibujan a lo lejos. Entre éstos se reconoce la imagen de la impaciencia. Valijas que parecieran transitar torpemente entre colores y cargas. Movimiento sí mucho movimiento y al final la palabra esperada Bienvenido pero a qué, a dónde y hasta cuándo. Interrogante esta última que aparece justo en el momento en el que los tiempos deberían importar poco o nada.

Cuentas, no las distancias sino las horas que te separan de ese que piensas es tu lugar. El mismo que dejaste atrás y esperas encontrar cuando la idea del retorno apremie.

Volver, regresar, reencontrar serán las inevitables víctimas de la transformación, de las ganas permanentes, de las dudas, e incluso del riesgo que puede llevarte a la convicción.
Un paso adelante y otro más haciendo espacio entre olores de añoranza, entre el sabor de la sorpresa y la sensación de recobrar aquello que sólo la distancia se lleva.

Transitas, sí transitas como un observador permanente ávido de experiencias que compensen esos primeros días en los que crees que no perteneces a nada y que aquello que consideras es tuyo se quedó unas cuantas horas de vuelo atrás, pero transitas.
De pronto y sin ser un proceso conciente comienzas a pertenecer. Tu rostro se vuelve conocido y tus sentidos ya no libran una batalla de fuerza, por el contrario se acomodan y se establecen. Las leyes de la adaptación se apoderan y más que sobrevivir, vives, convives, descubres, experimentas, conoces y reconoces que puedes tener un lugar incluso a más de 9 horas de tus memorias.

Comienzas el día sin costumbres, llega la tarde sin hábitos y la extraña noche se acomoda por aquello de las diferencias horarias que cambian tu biología interna y te diseñan un nuevo esquema. Pronto te haces cómplice del cambio, comienzas a notar que tu experiencia no es única, se multiplica entre muchos que dieron el paso de caminar en una nueva historia.

Te identificas y te agrupas. Los días se te hacen más personales, propios, entre las abundantes diferencias con las que no puedes hacer algo distinto a crecer. Terminas dejándote seducir por esa abrumadora y encantadora avalancha de experiencias. Te vuelves otro, ¿mejor? sólo otro. Uno que aprendió a lidiar con las diferencias y se creció en ellas. Uno que sabe que esta marcha se trata de aprendizaje. Uno decidido absorber hasta el último acento que te enriquezca.

A la par de todo este devenir de historias el tiempo ha seguido su curso aquí cercano y allá de donde a diario recibes cartas, bendiciones, llamadas de larga distancia que te mueven los recuerdos para que no olvides de dónde viniste. Lugar en el que dejaste una puerta abierta y detrás de la que habrá en todo momento la posibilidad de tocar de cerca tus memorias y regodearte entre el tiempo que te hizo crecer.

Vuelves siendo otro ¿mejor? insisto sólo otro.

Armadillo TV finalista en los premios “The Bobs”

thebobs-general.jpg

 Esta mañana saliendo a la oficina  entré a twitter sin haber revisado el correo, enseguida las felicitaciones de Galo y de Mrmuller me pusieron alerta. Cómo asi que felicidades por la nominación. ¿cual nominación? fui directamente a Mangas Verdes y me encontré el listado de nominaciones a los premios The Bobs (best of blogs) y en el apartado mejor videoblog a mi vlog Armadillo TV.

Cabe resaltar que The Bobs no es ningún concurso, es EL concurso de blogs, es organizado por la Deutsche Welle alemana y en el se inscribieron más de 8500 blogs alrededor del mundo en 11 idiomas y en 16 categorías.

La votación ha empezado hoy y se extenderá hasta el 26 de noviembre día en el que un jurado conformado por expertos de la blogosfera y periodistas independientes  escogeran los ganadores de los premios que se entregarán el día siguiente en el museo de la comunicación de Berlín.

En el apartado de videoblog, como en todas las categorías,  son 11 finalistas y entre ellos hay videoblogs de Italia, Portugal, Rusia y USA; la cuota hispana la ponemos Gina Tost de Ginatonic TV -dura concursante, excelente vlogger, presentadora de mil vlogs- y  mi vlog.

Los premios son muy interesantes pero lo que más me  motiva de esta nominación es poder dar a conocer más mis videos y mis proyectos.

Espero que si conocen Armadillo TV  y les gusta o sino lo conocen y ahora que lo vean les gusta lo voten. Ahhh y como para animarlos más a votar, entre todos los votantes online los organizadores rifaran un smartphone HTC dual.

Así que gracias de antemano a todos por sus votos.

¿Volver?

 Hace poco cumplí 4 años viviendo en España y como para variar en este tipo de fechas estuve haciendo un análisis de lo que se ha hecho, lo que no, lo que viene, lo que falta, lo que sobra y demás pendejadas que se le da a uno por pensar en este tipo de aniversarios.

Pensé en lo difícil que puede ser volver a mi país en este momento cuando ya no se ni de donde soy, si de la tierra del vallenato, el divino niño y las arepa e`huevo o del de las sevillanas, las sardanas y los toreros o peor de ninguno de los dos.

Pensar sobre un posible retorno a mi país, sobre lo que me podría encontrar o cómo sería volver después de tanto tiempo fuera viviendo otra realidad es en estos momentos una utopía pues por ahora sigo plantado por acá, cada vez con más proyectos, cada vez más integrado pero aun así surgió la necesidad de preguntarme ¿y si regreso qué?

Se me ocurrió entonces darle la palabra a unos cuantos amigos  que han vivido de este lado del charco y ya han vuelto a sus países de origen, ya saben lo que es vivir de nuevo allá y ya saben lo que es aprender o reaprender ciertas actitudes, comportamientos o modos de ver la vida.

La idea es plasmar en un par de post (economía del espacio) sus nuevas experiencias y como cambió su manera de ver la vida estando acá y ahora volviendo a estar allá.

Entonces que hablen los invitados.

Liliane Dutra Brignol, Brasil, periodista.

No es una tarea fácil hablar de la experiencia de ir y venir. Sobretodo porque, como dicen los estudiosos de las diásporas, estamos todos de algún modo lejos de casa. Pienso que, unos más, otros menos, vivimos en transito. Pero quien aventura la experiencia de hacer las maletas y cruzar fronteras (no solo de países, sino también de culturas y modos de vida) es impactado para siempre por un sentido de desplazamiento que, creo, nos acompaña donde quiera que estemos.

Ya se me olvida el castellano que tanto me ha costado aprender. Fue sólo un año en España y ya sabía exactamente cuando tendría de volver. No sabía que me costaría tanto. Siento una “saudade” de Barcelona – y aquí sólo puedo usar la palabra portuguesa para decir cuando algo o alguien nos echa de menos. Es una leve sensación de vacío por lo tanto que he vivido en sus calles, plazas, barrios, por la gente que he conocido.

No tengo una conclusión muy clara sobre que significa volver. En los primeros días, seguramente, es fiesta: comer churrasco, tomar mate, estar con la familia, con los que amo. Luego se empieza a mirar la ciudad, la gente y sus costumbres con cierta extrañeza impensable si no fuera por la distancia. Después viene la nostalgia y un intento ingenuo de comparación entre lo que dejamos afuera y lo que tenemos acá. Pero la experiencia no está hecha solamente de añoranza. Queda la sensación, no muy tranquila, de que pertenecemos a muchos sitios al mismo tiempo. Que volver y partir hacen parte del mismo movimiento.

Paul Brito, Barranquilla, Escritor

El hábito de la desintegración

Acuciados por la nostalgia, muchos emigrantes latinoamericanos terminan volviendo a su tierra. El regreso al lugar donde crecieron, donde se enamoraron por primera vez, donde sus abuelos todavía viven en cuerpo o memoria, es una experiencia emocional. Pero, sobre todo, una experiencia intelectual. ¿Quién podrá abstenerse de sacar diferencias, de sopesar lo que volverá a encontrar frente a todo lo nuevo que ya ha vivido?

Si un día muchos encontraron defectos y carencias en la ciudad o país que los recibió, en sus personas y costumbres; si muchos se quejaron por la ausencia de algún valor que abundaba en su sociedad natal, ahora seguramente vivirán la experiencia contraria: armados de una nueva visión del mundo, de una serie de valores o virtudes recogidos casi inadvertidamente en su nuevo hogar, criticarán y rechazarán los prejuicios locales y las anomalías y tramoyas autóctonas en las que una vez estuvieron sumidos sin darse cuenta.

Esa lucidez, fruto de una eterna condición de desterrados, los lanzará para siempre a desmontar las sociedades a las que lleguen y a desmontar también sus propios referentes y su propia identidad. Se puede decir que, desde el momento en que uno abandona su país, adopta el hábito de la desintegración que para muchos es afortunadamente la mejor forma de deshacerse de nacionalismos peligrosos, defectos históricos y cicatrices colectivas, y alcanzar su propia identidad como seres humanos.

—-

Y tu ¿has vivido fuera y ahora vives de nuevo en Col. ? ¿cómo ha sido el cambio? o ¿vives fuera y te has preguntado como sería volver a vivir allá?

Romeo y Julieta haciendo marketing

Desde hace más de 5 meses vivo y convivo con el marketing alternativo.

Branding, street actions, marketing de guerrilla, ambient, copy, briefing y demás términos han pasado a ser parte de mi lenguaje habitual.

Ahora hasta me lo encuentro en la calle.

El viernes pasado estaba sentado en la plaza de la virreina después de terminar de grabar un capítulo de la serie “videobloggers” con el español en Japón cuando de repente un escandaloso Romeo empezó a cortejar a una iluminada  Julieta llamando la atención de todos en la plaza.

El resultado, o mejor el porqué de ese cortejo en medio de la plaza… mírenlo.
(vean el video hasta el final sólo dura 30 segs.)

[blip.tv http://blip.tv/play/ga9E1MB6AA]

4 años en (casi) 4000 mil imágenes

Cada año cuando llega este día me pongo a pensar en el tiempo que ha pasado, cada vez veo más lejano aquel día en que me monté a un avión en el aeropuerto El Dorado de Bogotá y crucé el charco.

Hoy hace 4 años aterricé en España, 4 años en los que he vivido, trabajado, estudiado, viajado, relacionado y varios “ados” más.

No tengo muchas ganas de repetir en palabras y versos cuan importante y enriquecedora ha sido la experiencia, hoy prefiero dejar que las imágenes hablen por si solas porque si una imágen vale mas que mil palabras ¿cuanto valen 4000 imágenes?

[blip.tv http://blip.tv/play/ga9E08AJAA]Offside
Lo mejor es que de una u otra manera siempre has estado por ahí.

4 años en (casi) 4000 mil imágenes

Cada año cuando llega este día me pongo a pensar en el tiempo que ha pasado, cada vez veo más lejano aquel día en que me monté a un avión en el aeropuerto El Dorado de Bogotá y crucé el charco.

Hoy hace 4 años aterricé en España, 4 años en los que he vivido, trabajado, estudiado, viajado, relacionado y varios “ados” más.

No tengo muchas ganas de repetir en palabras y versos cuan importante y enriquecedora ha sido la experiencia, hoy prefiero dejar que las imágenes hablen por si solas porque si una imágen vale mas que mil palabras ¿cuanto valen 4000 imágenes?

[blip.tv http://blip.tv/play/ga9E08AJAA]Offside
Lo mejor es que de una u otra manera siempre has estado por ahí.

Si sólo fuera un dejavu…

Puta, puta Barcelona, si no fuera por ella nada de esto hubiera pasado.

Algo así fue lo que entendí que gritó la histérica italiana que peleaba con su ¿novio? a medio camino de mi trayecto.

Algo tienen las noches de Barcelona que me inquieta, a veces calles silenciosas sin ninguno caminando por ellas, a veces mucho ruido y borrachos pesados a los que me provoca gastar sus baterías de un golpe.

Hoy al final de la tarde cambié mi ruta habitual, subí por la concurrida Gran de Gracia, padres, niños, ejecutivos, estudiantes y amas de casa iban a casa después de la jornada, caía la tarde y yo iba  a mi segundo y poco adorado trabajo, me tropecé a un par de amigos que hace rato no veía, vaya casualidad, pasó en un carro otra amiga a la que veo cada día y me saludo con gran efusividad y dos calles más arriba me volví a encontrar, pese a cambiar la ruta, a aquella morena de grandes piernas que cada día, de cada semana, de cada mes de todo el año me cruzo. casualidad de la casualidad de la casualidad.

Hace un rato salí de trabajar, una jornada más, de vuelta a casa, como cada día, como cada semana, como cada mes, por las mismas calles,  subir por d’Or doblar por Verdi, tropezar a a los paquis que ofrecen una cervez beer, atravesar la Plaça Revolución donde unos cuantos grupos echan la última cerveza y unos cuantos chavales fuman un porro, doblar en Travessera y tomar Torrent de l’Olla caminar derecho, tropezar  a par borrachos, cruzar la calle y moverse que me muerde el gran perro, sonreir con el par de novias que se besan con soltura esperando en el semáforo en rojo, semáforo en verde, tropezar a una sexy gordita, que ni acelera el paso ni deja pasar, que pasa aquesta nit noia me provoca decirle aunque mejor pienso, te lo agradezco pero no, te lo agradezco niña pero no.

El camino continúa, la calle Casanova se hace larga al intentar encender una vez más el móvil que no enciende y del que quiero hacer una llamada, mandar un mensaje o revisar si quiere seguir sonriendo, paso al lado de la italiana que putea al novio, los miro de reojo, lo que menos necesito ahora es una pelea. Cruzo los Jardinets de Gracia y ya casi, ya vamos llegando, me estoy acercando. En la banca una turista sin hotel duerme abrazada a su maleta. Tomo Corsega y ya casi estoy, cruzo y Voila.

Algo tienen las noches de Barcelona que me inquieta, el qué no está muy claro, tal vez es que me hace pensar, divagar, apostar, soñar, sentir, delirar, reconocer y pensar que todo esto es un dejavu, un gigantesco e inmenso dejavu.

Offside
No, no es lo que hay, es lo que viene. Paciencia sisplau paciencia.

Tierra…

– Tierra capitán, tierra, llegamos a las indias– gritó desesperado el indio de taparrabos.

– No puede ser, esto no es india es el puerto de Barcelona, esos de ahí dicen que pasa, tío, joder, me cago en la ostia y ahí al fondo hay un tipo con la mano estirada que señala hacia el otro lado del charco, bueno eso cree el aunque una vez más se equivoca pues America no está hacia ese lado. Creo que nos hemos equivocado y no hemos llegado a las indias ¿y ahora?– se preguntó el capitán de la gigántesca barca en la que 964 indios-americanos arribaban a costas españolas en el dosmilypico con ganas de devolver atenciones colonizadoras.

Colón señalando a ¿América, ¿Genova? ¿india? / imagen googleada de aquí

Ya van 516 años desde que la honorable panda comandada por el honorable Cristobal Colón, se le ocurrió que del otro lado del mundo había pequeños indios taparrabeados a la última moda a quien cambiarles espejos por oro, latigos por mujeres y castigos por papa.

Ha pasado medio millar de años desde que se les ocurrió probar fortuna y acompañado de ladrones y joyas varias fueron a domesticar a los indiecitos que poco sabían de la vida, hoy 516 años después las cosas siguen igual.

Mañana contaré en los periódicos cuantos desfiles hubo alrededor del mundo por “La Hispanidad”; desfiles varios festejando que nos colonizaron, nos dieron sus costumbres, su idioma y mil cosas más, ninguna de ellas de tanto valor como el sentirnos colonia, el sentirnos parte de algo. En Madrid algunos miles agitarán banderas para festejar esta hispanidad en su propia cara, con bailes y disfraces típicos con monerías y gritos de Viva América y  del otro lado del charco alguno estará feliz porque gracias a esta conquista mañana es día festivo y no trabajará, da igual si para ello hubo que regalar pedazos de tierra, tradiciones, frutos, riquezas y autoestima.

Por eso a veces digo que acá estamos los que queremos cobrar un poco esa deuda que tienen con nosostros, somos los nuevos Colón, aunque yo paso de ser el comandante de una comitiva de impresentables y prefiero decirle a la reina que me devuelva ese oro que yo le doy sus espejos que para mirarnos ya tenemos bastante.

Divagar con la historia es complicado, pretender que esta sea real más.

Offside
Descanso el necesario, peleas las justas, necesidad de otredad toda.

Energía

Después de unos últimos 3 años de trabajo constante, de extensas jornadas de trabajo combinadas con 1234 proyectos personales más me di cuenta: Tengo una energía nerviosa, logro mucho con pequeños golpes de energía pero la reparto en tantas direcciones que a veces se me complica terminar todo. Pero se termina.

Aún así es complicado, mi mente necesita estar en constante movimiento, en constante búsqueda, cada día surge una nueva idea y, lo siento mucho, tengo que atraparla, no puedo dejarla ir. A veces creo que un día simplemente el cuerpo se relajará y saldrá en átomos volando en una simple explosión de cansancio, pero por ahora aguanta así que vengan, bienvenidos ese par de nuevos experimentos.

Que la energía fluya. Que las ideas ya fluyen hace rato.

Offside
Il fine settimana è vicino. Lei mi capisce

Nada, nada…

Desde que tenía 6 años su padre le enseñó a nadar, en aguas tranquilas, en aguas turbulentas, en aguas turbias y  en aguas claras.

Más adelante te servirá, le decía el padre mientras desde la orilla de aquel lejano río en la más lejana Mauritania perdía la vista hacia el otro lado donde veía su futuro, su prometedor futuro.

El niño nadó, nadó y nadó, su piel oscura y su cabello corto y rizado poco se veían afectados por el sol. Una y otra vez nadó, no entendía bien para que debía saber nadar tan bien, nunca iría a unos juegos olímpico, es más no sabia que eran los juegos olímpicos, ni tenía piscina en casa en donde demostrar sus dotes de delfín, ni siquiera pertenecía a un exclusivo club en donde podría conquistar a una linda niña de la high class con sus elegantes brazadas, pero el nadó.

Tanto se preguntó para que debía saber nadar que al final se le olvidó y un día abrió los ojos y vio que no había servido para nada, la gigantesca barca llegó sin problemas a tierra española, no se hundió como hubiera podido ocurrir dada la gran cantidad de inmigrantes que pretendían alcanzar  su sueño en las costas españolas y no tuvo que nadar.

Entonces entendió, debía saber nadar para no salir en los periódicos como otro de los muchos inmigrantes que cada cierto tiempo mueren intentando comer mierda de este lado del charco porque la mierda en España sabe mejor que la mierda en Mauritania, o eso deben pensar ellos.

Lastima, al final si salió en los periódicos porque su cayuco fue el más grande de los últimos 14 años y un cayuco así no pasa desapercibido.

Offside
Es que el proceso de inmigración de uno es una pendejada en comparación…

Experimenta y reinarás…