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¿La curiosidad mató al gato?

Me hago preguntas sin respuestas, miro por la ventana, sopeso posibilidades y sumo quereres.

Divago, recorro con mis pensamientos espacios futuros, pienso y pienso y me doy cuenta que ya deje de pensar.

Que extraña se ve la luna hoy, extinta, lejana, oculta. Será que la luna allá se ve más clara, es muy probable. Igual a la hora de las vacas seguro se verá más clara.

Fugaces pensamientos, extrañas sensaciones, perspectivas extrañas, poderosas y muy interesantes.

Me gusta la curiosidad, me gusta preguntarme, me gusta responder. Me gusta soñar con lo que se viene.

Hoy le pregunté ¿qué hay en tu cabeza? y su respuesta me llenó de alegría, hay tantas cosas comunes que no me da miedo volver a preguntar. Quiero oír esas respuestas día tras día.

Todo no tiene que tener una explicación; la mente, mi mente se rige por un noseque con un nosedonde medio raro.

Anda pregúntame ¿qué quieres saber? ¿quieres ser un gato?

A la calle 10 (trailer)

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Ya han pasado unos cuantos días desde mi último video, este año no ha sido tan activo detrás de cámaras en lo que se refiere a productos propios pues la labor de coordinar la realización de 15 programas “ajenos” en Uni5 TV quita más tiempo del que se cree.

Aun así toca sacar el tiempo para productos audiovisuales propios, ya comenté en en forma de crónica en un post de días pasados (leer documentaleando: la calle 10, sanarte y son candela) la vivencia de la grabación y el proceso de rodaje del documental “A la calle 10”; una mirada audiovisual -que estoy dirigiendo junto con Manuel B. uno de los jóvenes realizadores de Uni5 TV- sobre una historia que queríamos contar hace un tiempo, cómo el arte puede ser usado como estrategia de educación y cómo una comunidad en peligro de exclusión puede mejorar como espacio de convivencia gracias al empuje de un grupo de visionarios que con el arte, la danza y la pintura y sin un peso logran activar procesos más fuertes que el golpe de un tambor.

El documental ya está listo, lo terminamos la semana pasada y ya lo envíamos a participar en el concurso “Heroes de Barrio” que organiza la Universidad Pontificia Bolivariana en Medellín y planeamos enviarlo a concursar en el Festival de Video Comunitario, esta es la razón por la que todavía no podremos subirlo completo a la web.

Esperamos pronto poder compartirlo con uds. y que nos puedan dar su mirada objetiva sobre el mismo.

Por ahora esperamos que les guste el trailer, un corto avance de un largo proceso que merece darse a conocer.

El equipo realizador del documental lo conformaron Manuel Betancourt, Andrés Arias, Lincoln Acevedo y Alejandro Angel.

Cotidianidad

Cotidianidad, que palabra tan repetida últimamente.

Que se puede hacer, los espacios recorridos piden -cada vez más- ser retratados.

Tropezar con personajes, ideas, objetos y conceptos cada día y dejarlos que mueran en el aire sin dejarlos plasmados en alguna parte se me hace egoísta, no con nadie, conmigo mismo, habrá algún momento en el que quiera mirar atrás a mis viejos días y saber cómo era, qué pasaba, qué me encontraba.

Los buses de una ciudad siempre son espacios narrativos, digan lo que digan, en ellos se viven y se perciben historias de vida, fragmentos de desaires, llamadas a deshoras, intrigas, pesares, sonrisas, amores y desamores, peleas, reconciliaciones, gritos.

Voy mirando por la ventana, me gusta que la brisa me pegue en la frente y pensar en el aire, la mente en blanco visualizando los espacios por los que voy pasando.

Un grito de voz ronca me saca de mi ensimismamiento.

– Que es la vaina nojoda- Grita un jardinero o algo parecido desde el anden.
– Eche que, te vas a poner pesado, era mamando gallo- le responde su compañero de faena.

Los dos están arreglando el césped o algo por el estilo en un parqueadero cerca de la 93, el agresor le lanza un poco de hierba al agredido, al que parece no gustarle esta simple broma.

– Te voy a clavar la mano como sigas hecho el huevon
– grita ofendido.
– Ñerda, cule pesao hey. No se te puede es hacer nada- le responde en tono jocoso su compañero.

Desde el bus sale la frase típica, indispensable.

– El que parte papaya menta mamá.

El bus estalla en risas, la pregunta que me hago es porque yo no me río ¿es por tanto escuchar esa broma cliché? o ¿es mi mismo ensimismamiento? o ¿qué carajos es?.

El Urbaplaya sigue su marcha. En la mitad de la cancha de basket de la imitación de parque de Villa Santos hay un personaje de esos difícil de describir: pantaloneta de varios colores, aretes o algo que se le parece en las orejas, una gorra de campaña política y un balón imaginario con el que lanza cestas de una cancha a la otra.

No alcanzo a imaginar que puede haber en esa mente para estar lanzando balones de aire, balones imaginarios a las 2 de la tarde con un sol que quema las neuronas, pero algo me dice que hay más de un cable zafado, a ese le falto más de un hervor, diría una amiga mía.

Me bajo del bus, voy a entrar a la universidad y un tipo con traje y corbata, totalmente fuera de lugar en el canicular sol de la tarde currambera, habla por su celular.

– Sólo te voy a agradecer una cosa, a esa vieja hay que pegarle un buen susto para que sea seria y se organice. Nada del otro mundo pero tiene que saber quien es el que manda.

La frase fuera de contexto me da mucho para pensar, miro al tipo de reojo y sigo caminando.

Definitivamente, lo dicho, el habito no hace al monje.

¿Festejar la independencia? claro, si hasta Llorente lo hubiera hecho.

20_de_julio.JPG

Antes pensaba que era una simple nostalgia autoinducida por la distancia y la lejanía del país.

Los últimos años para estas fechas veintejulieras siempre entra la nostalgia de la tierra que a lo lejos se ve (mi pueblo natal),  los dos últimos veintedejulio estando en Barcelona hice sendos videos (ver “20 de julio con el VI” en 2007 – ver “Como estatuas el 20 de julio” en 2008) en los que de una manera simple, emocional y audiovisual mostraba mis recuerdos del país que tanto recordaba.

Cuando me vine de vuelta para Colombia a principios de este año más de un amigo y conocido me dijo “a ver si ahora sigues extrañando tanto, a ver si sigues con esa nostalgia pendeja, a ver si comiendo la misma mierda que todos los colombianos te parece un país tan lindo como te lo parece desde las Europas”

Pero hoy 20 de julio de 2009, sentado en mi apartamento en Barranquilla discuto con otra gente porque esa nostalgia y esa alegría en este día persiste. No, no era un simple afán nostálgico desde la distancia.

Para mi el orgullo y el festejo del 20 de julio no es por la independencia -que ni recuerdo muy bien como se llevó a cabo porque los recuerdos de las clases de historia son eso recuerdos lejanos-, ni por aquel florero de Llorente,  sino por el hecho de ser Colombiano, de pertenecer a un país con mil cuestiones a resaltar.

No vivo en una burbuja de cristal, se que Colombia es un país con mil falencias, con mil fallos y con mil cuestiones a resolver, pero no quiero que los arboles no me dejen ver el bosque; Colombia y los colombianos tenemos muchas cosas por las que sentirnos orgullosos y aunque no quiero que esto se convierta en la infaltable enumeración de segundos mejores himnos, mayores biodiversidades y mujeres más lindas si quiero dejar sentada mi visión.

Creo en Colombia, como país, no como  el mejor vividero, ni como el segundo más feliz, no, creo en Colombia como espacio de gente que quiere trabajar por el.

Después de mil y una andadas tengo claro que nada hacemos quejándonos por esto y por lo otro, nada logramos, nada alcanzamos, si quieren quejarse no seré yo quien no lo permita, pero es más fácil quejarse que actuar.

Aquellos que piensan que Colombia es esto y lo otro, yo no seré eco de ellos, pero los invito a que viajen un poco, a que conozcan fuera para que se den cuenta que cada quien, cada país, lleva su propia procesión, en vez de quejarnos trabajemos. Y no, no es mal de muchos consuelo de tontos, sino que  a veces los egos hacen que quejarse de  NUESTRO PAÍS parezca cool, cuando quejarse por quejarse es como mínimo tonto, por no decir palabras mayores.

Creo que en Colombia tenemos demasiadas cosas de las que sentirnos orgullosos, que es un país con un potencial enorme y que si quiero festejar el 20 de julio haciendo un video, gritando a los cuatro vientos mi colombianidad o simplemente escribiendo un montón de frases inconexas lo haré, pues no hay nada de lo que me sienta más orgulloso que de ser colombiano. A los que no quieren festejar los invito amablemente a que muerdan un codo.

Feliz 20 de julio, feliz día independencia, feliz día Colombianos.

Cuadricula(dos)

http://bridgewayseniorliving.com/bridgeway-senior-living-november-2021-calendar/ Ingeniero: Alejandro puedes subirle al aire acondicionado, hace mucho frío.
buy modafinil online south africa Alejandro: ¿subirle? será bajarle, ¿no dices que hace frío?
ingeniero: bueno me refería a subirle los grados celsius.
Alejandro: ¿ehhhhhhhhh?

Definitivamente mi cerebro es de imágenes no de numeros ni de esquemas.

Por eso, aunque en el colegio “reventaba” números de forma natural  (por lo que química, física y matemáticas eran las materias en las que mejor me iba y para las que tenía más aptitudes -que no actitudes- mas no las que más me gustaban) y pese a que todos los profesores de esas áreas me pronosticaran una insigne carrera en las ciencias exactas mis caminos iban por otras vías.

A decir verdad siempre he sido crítico con las generalizaciones sean del colectivo que sean y en este caso cuando hablamos de la carrera que uno escoge pecaría de lo mismo. No todos los ingenieros son cuadriculados al 100 % ni todos los Realizadores de TV son chocolocos, coletos y hippies.

Cuando entraba en la universidad,  escoger Periodismo y Audiovisuales como carrera fue la segunda opción después de un intento fallido (gracias querido sentido de la vista) por acceder a la FAC (Fuerza Aerea Colombiana, no confundir con  FARC).  Aun así con el paso de los semestres me enamore de mi profesión, descubrí la TV, las cámaras, la edición, las historias, los formatos, los  documentales y hasta ahí llegaron los sueños de pilotar un avión.

Ser estudiante de periodismo -esa carrrera que tiene fama de ser poco exigente y que sólo estudian los vagos y los/las que quieren ser presentadores/as de TV- rodeado de un grupo de amigos ingenieros, arquitectos y administradores puede ser un duro golpe para el ego si no tienes claros tus ideales y el porqué de lo que planeas para tu vida; por eso me la pase mitad de la carrera discutiendo con mis amigos porqué mi carrera SI era una carrera de peso, usando argumentos como:

– Si, claro, ser ingeniero o arquitecto se ve más díficil por las horas de estudio y por tener que aprenderse largas formulas, pero si lo miras bien, dos mas dos nunca dejará de ser cuatro, en cambio en periodismo y en realización de TV no hay formulas escritas todo es creatividad y nuevas ideas, todo es pensar en cómo darle la vuelta a las cosas para innovar…

Mis amigos me miraban con cara de loco, se reían y me decian:

– Si, bueno, si tu lo dices, así será, pero pilas que llegas tarde a tu clase de manualidades, corte y tijeras y plastilina.

Después me di cuenta que la pelea no era con ellos, allá ellos si consideraban la comunicación como algo banal o no. Yo ya tenía claro que la capacidad comunicativay la generación de imágenes audiovisuales y escritas del hombre es algo importante, más es una sociedad como la actual tan interconectada, tan globalizada y tan cerca (y tan lejos) del conocimiento.

Bueno, siempre me enrollo en viejos pensamientos y recuerdos, a lo que venía hoy era a que sin generalizar formas o maneras de pensar CASI todos los ingenieros o ingenieras que he conocido manejan su manera de pensar de una forma cuadriculada -estructurada dicen ellos- tan estructurada que a veces logran desesperarme; será que el pensar audiovisualmente, sin estructuras del todo claras -aparentemente, aunque muchas veces son más estáticas de lo que parecen- o mi modo de ser algo disperso y bastante hiperactivo no me permitan seguir esas maneras tan cuadriculadas o poco abiertas al cambio o a nuevas maneras de ver y de mirar las cosas.

En fin, que después de haber vivido con ingenieros, de que uno de mis grandes (ex)amores sea ingeniera –BTW cum laude, Felicidades ;-D-  y que en mi trabajo en algunos momentos los ingenieros tengan mucho que ver con los avances o retrocesos que se hagan a nivel técnico, me quedo con mis pensamientos sueltos de que en realidad se dice bájale al aire que hace frío y con la duda si los grados celsius suben o bajan…

PD. Este post surge justo después de una semana rodeado de ingenieros y técnicos, durante una serie de pruebas que estamos haciendo para cambiar el tipo de señal de transmisión coaxial que usamos en Uni5 TV, el canal de TV que dirijo, a una señal IPTV por ethernet , tengo que decir que pese a sus posiciones cerradas y a que cada uno tiene mil ideas que quiere imponer, aprendí un monton de cosas interesantes (y unas cuantas más me han quedado de tarea para buscarlas en la wikipedia, como eso de los modelos estocasticos o algo así que me dijo otra amiga ingeniera).

Salsa y mas na’, Troja al 100%

[blip.tv http://blip.tv/play/ga9EgY_QSQA]

Descargar (Click derecho + Guardar como)WMV|FLV|IPOD|EmbedLa salsa es uno de esos ritmos musicales que hace tiempo me gusta y que disfruto escuchando y bailando.Aprovechando la entrevista que le hicieron a mi amiga Marthyca Herrera para el programa Culturama de Señal Colombia me di una vuelta por La Troja, templo insigne de la salsa en Barranquilla.

Al final salió un producto audiovisual que no es ni detrás ni cámara ni nota completa, simplemente una mirada a ese espacio de desahogo salsero que es La Troja, Patrimonio Cultural de Barranquilla y a sus habitantes temporales: los salseros.

¿Y si…?

Y si dan ganas?
Y si provoca?
Y si se siente bien?
Y si interesa?

Ganas de escribir, deseos de soñar, sensaciones por fundir y espacios por revivir.

Grandes fragmentos leídos que llevan a recordar, múltiples fotos vistas que hacen soñar, líneas escritas, conversaciones grabadas, susurros mañaneros, tantas frases dichas que hacen vibrar.

Camino, pienso, bailo, toco, huelo, sueño con tu vuelta…

Caperucita abre la puerta, no soy el lobo feroz, simplemente un paseante.

Caperucita déjame entrar, déjame entrar…

¿Porqué se me da por pensar los domingos a la nit…?

De stop motion, discos de vinilo y otros demonios…

[blip.tv http://blip.tv/play/ga9EgYrWHwA]

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El stop motion es una técnica para crear videos a partir de fotografías, se crea la acción plano a plano, frame a frame, foto a foto. (Stop motion en la wikipedia)

Hace rato quiero hacer algo con esa técnica aunque nunca le he sacado el tiempo, he hecho algunos intentos como en el video de “El Centro” en que el comienzo es un rudimentario timelapse pero le queda faltando centavo pal peso…

Hoy decidí hacer unas pruebas, un simple ejercicio de exploración a ver que tantas canas me saca este viaje.

Utilicé unos discos de vinilo que me traje de la samaria para decorar mi apartamento, un par de horas para tomar todas las imágenes y otro par de horas para editarlo, 3 cervezas, un par de sanduches y paciencia mucha paciencia.

No es nada del otro mundo, de hecho no se cuenta ninguna historia y es simplemente eso, un ejercicio, otra idea más que tengo que comprobar con mis propias manos a ver que sale, que locura surge en el camino…

3…2…1… GO… GO…

Indigena su abuela…

– Hay niño, pues entonces el que se fue para Barranquilla perdió su silla. No era sólo lo que decía sino el tono con el que lo hacía, vieja hijuemadre.

Después de un fin de semana de puente en La samaria, de relax total, de no saber que era un PC, un informe o una planificación, después de haber descansado, pasado buenos ratos y muchas cosas más regresaba a Barranquilla en uno de esos engendros mejor conocido como “puertaapuerta”, una de esas buseticas bastante incomodas, más si tu estatura sobrepasa los 1, 80, que te recogen en la puerta de tu casa y después de 4 horas de dar vueltas te dejan en la otra puerta o en la ventana o donde te de la gana.

Supongo que toda felicidad no es completa por lo que todo lo relajado que venía del fin de semana se fue perdiendo en el camino entre la falta de un aire acondicionado en -valga la redundancia- condiciones, la lloradera del bebe a mi lado o el stress por el trabajo acumulado que me esperaba en la casa.

Si sumamos que a medio camino se “recalentó” la buseta en la que ibamos y que nos tocó esperar 30 minutos a que llegara otra, el panorama se asemejaba como mínimo desalentador y si agregamos que cuando llegó la nueva buseta una señora gorda, con una maleta de mano de la que salía olores non sanctos y con mucha mala onda me quitó el puesto en el que -dentro de lo que cabe- venía medio acomodado ya todo era casi la vispera de un apocalipsis.

– Señora, porque no nos acomodamos todos en el puesto en el que veníamos cada uno en la otra buseta. Le dije con todo el respeto que me fue posible.
Hayyyyyy niño, pero si esta banca es para 3 personas, dale acomódate. Me dijo con ese descaro sútil que sólo dan años siendo una aprovechada.
– Pero señora, si está la otra señora con su bebe y ud. y yo  flacos no es que seamos, no cabemos. Le dije ya con menos (in)decencia.

Y ahí fue cuando soltó
– Hay niño, pues entonces el que se fue para Barranquilla perdió su silla.

Sólo se me pudo venir a la mente uno de eso tantos dichos españoletes que tanta risa me dan:

– Sabe que vieja hijuemadre, que le den…

Vuelve y juega, sale la malicia indigena a relucir, esa tradición que nos lleva al pasado y no precisamente a nuestros mejores antepasados, esa excusa que nos inventamos todos como validador de colarse en filas, de robar pertenencias, de trucar negocios, de hacer todo al revés.

Malicia indigena, materia obligada en el curso de la vida colombiana y que se enseña de generación en generación de manera totalmente irresponsable, porque vivimos y sobrevivimos pensando que el vivo vive del bobo y el bobo de papa y mama.

Me acordé  de aquella vez que escribí sobre la malicia indigena; hace ya un buen tiempo, pero nada ha cambiado, la malicia indigena es como el bom bril o como las energizer: dura y dura y dura…

¿Exitoso yo? Define exitoso…

Para algunos es una medida que responde a la cantidad de ceros que tiene su cuenta de banco, otros dicen tenerlo cuando tienen detrás de si a un número indeterminado de novias/amantes/tinieblas/amigasconderechos y otros simplemente engloban en el éxito el tener un trabajo con poder desde el cual poder mandar a la mierda de vez en cuando a sus subalternos.

El éxito, ¿qué es el éxito? una palabra de tan relativo y subjetivo entendimiento siempre se presta para diversas interpretaciones. Hay tantas miradas y ninguna llega a ser valida para mi.

No quiero tener millones en la cuenta a costa de mi felicidad, tampoco quiero tener a 10 lindas y esculturales morenas/rubias/pelirrojas que me hagan sentir el dios Eros cada fin de semana, mucho menos quiero tener personas a mi cargo simplemente para demostrarle con un poder prepagado que soy más que ellos cuando nadie es mas que nadie, cuando perro no come perro.

Para mi el éxito no deja de ser otro pajazo mental que nos hemos hecho. Otra idea preconcebida por la sociedad que nos marca lo que debemos y lo que no debemos hacer si queremos denominarnos como exitosos. ¿Y si el éxito fuera simplemente ser felices con lo que tenemos?, y que tal si el éxito fuera sólo una idea etérea, falaz, indeterminada y sin ningún significado valido más allá del de aquella cortina de humo que nos imponen desde niño para medir cuando adultos quien la tiene más grande….

Si, el éxito se compra en los supermercados y yo compre dos para llevar, están en la casa, en la cocina, en el congelador, guardados, esperando a ser usados… o regalados.

Es que como dice una frase vista por ahí, el éxito es un viaje, no un destino, un viaje que no llega nunca a su fin.

Ahhh, ¿me preguntas si me considero exitoso?
la respuesta es SOY FELIZ o al menos lo intento…
¿te vale eso como exitoso?