Creo que esta letra ha sonado una y otra vez en mi cabeza los últimos 4 años.
San Buenaventura Eran las cinco ‘e la mañana. un seminarista, un obrero con mil papeles de solvencia que no les dan pa’ ser sinceros. Eran las siete ‘e la mañana y uno por uno al matadero pues cada cual tiene su precio buscando visa para un sueño.
La visa del sueño tarda, se esconde, a veces es esquiva, te saca la lengua y te mienta la madre, te hecha un chiste y después te hace mandar todo a la mierda. Corre como tortuga y tarda como liebre. Pero llega, tarde, pero llega y te mira, se sonríe, te guiña un ojo, se baila un porro sabanero a tu alrededor y al final llega y te estampa un gran beso en la boca.
No lo he hecho en todo este tiempo y no lo voy a hacer ahora, no voy a quejarme y lloriquear por el gran esfuerzo que ha sido (sobre)vivir y dar la pelea en esta aventura que empezó en el lejano 2004 y todavía continúa. Hoy es uno de esos días para recordar con placer y nostalgia las trasnochadas, las semanas de trabajo de 6 días, aquel 31/12/05, todo el tiempo invertido , las no-vacaciones, el perderse de las amistades, el no poder dedicarle tanto tiempo a la… a ella, trabajar, trabajar y trabajar.
Hoy firmé mi contrato de trabajo, recibí todos los papeles y pagué todos los impuestos que me toca pagar para poder mostrar mi documento con la tranquilidad que da legalmente no ser un estudiante más sino un trabajador a toda regla.
Quisiera escribir en breves líneas la felicidad que tengo en estos momentos, pero no puedo; así como no se pueden imaginar el largo camino que se ha recorrido no podrán imaginarse la felicidad y la tranquilidad que este pendejo papel representa. Un pendejo papel que dice que soy apto para trabajar legalmente es España, como si no lo hubiera demostrado en aquellas largas horas. Se acabaron aquellos trabajos “en negro”, los trabajos fuera de mi área y las dudas que todo esto genera.
El camino es más largo cuando se está sólo, afortunadamente a mi lado siempre ha habido muchas personas echándome un cable, una llamada, una simple palabra de apoyo, una mentada de madre o un “joda tu mandas huevo” para que reaccionara.
Intentar nombrarlos a todos me haría olvidarme de alguno lo que sería un fallo garrafal, así que seguro ellos saben quienes son y les agradezco de todo corazón todo ese apoyo tan necesario cuando emprendes la aventura de inmigrar.
Eso si no puedo dejar de agradecer a una cuantas personas con nombre propio y ahí van: Silvia, Ayda, Orlando, Gladys y Yelin. Uds saben que en sus hombros ha descansado parte del peso, que no haya duda. Por eso los quiero, los aprecio y sobre todo los extraño.
De resto, nada. Me voy a seguirle el paso a la visa a ver si aprendo a bailar al son que me toque.
Offside
Pa’ más piedra está where to buy clomid online forum ESE mensaje en el wall, ahora vienen las decisiones. Gracias a las dos por las buenas energías y por las enseñanzas.