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Vicios…

Cada mañana lo veo sentado en la tienda de abajo de mi edificio, cada mañana entro, corriendo para variar, a comprar mi desayuno de taxi y lo veo. Son las 7.30 am y ya hay a su lado una botella de ron blanco vacía y otra a medio terminar, o medio comenzar, según el grado de optimismo de quien esto lea. Su barba larga, sus ojos perdidos, su mirada enredada, sus pelos al viento, su todo habla del estado del que ya el vicio no le hace ni le deja hacer. Siempre lo veo de reojo, con respeto, sin meterme a su rancho, respetando su vicio. Hoy no me aguanté.

http://city-made.com/2010/01/12/423 – ¿Y tú porqué bebes tanto? – Le dije con altanería y soberbia.

Y el sin inmutarse, se sonrío, me miró de arriba abajo, ahí tan ancho, con mi pinta de jefe que no quiere serlo, con mi camisa seria y mi mochila terciada, con mis zapatos brillantes y mis jeans un tanto desteñido, con mis lentes de nerd y mis pulseras de hippie, con mi todo, simplemente me miró y me dijo.

Sekondi-Takoradi – ¿Y tú porqué trabajas tanto?- y me quitó la mirada.

Tal cual, cada quien tiene el vicio que quiere tener, el de él el alcohol, el mío, no sé a que horas, el trabajo. Así vamos.

 

Profe, teacher, maestro…

Ya hace un año y medio que soy profesor, poder combinar la parte práctica de mi profesión a través de la Dirección de Uni5 TV, con la labor de formador, de facilitador de máximos o mínimos conocimientos con los que cuento me ha permitido crecer de una manera increíble como realizador audiovisual, como profesional en general y hasta como persona.

Aunque la docencia no es, sin duda, una profesión fácil y tiene muchos retos, considero que es una de las mejores formas de vivir en un constante proceso de aprendizaje, en una búsqueda cotidiana de ampliar lo que sabemos y lo que compartiremos con nuestros estudiantes.

En este año y medio han pasado por mis clases casi 500 alumnos, saber cuantos de esos me recordarán  en un futuro a mi y y sobre todo  lo que algún día intenté compartirles  es uno de esos datos que no tengo ni quiero tener; aún así, saber que cada semestre más de uno sale de mi clase con las ganas de contar historias audiovisuales, con el interés por explorar la creatividad día a día y con la idea de que somos unos locos de la cámara y que esa es nuestra arma de expresión ya siento que todo ha valido la pena.

Son muchos aprendizajes, muchos y cada día sigo aprendiendo algo nuevo.

– A ser paciente.
–  A entender que las excusas más increíbles a veces pueden ser verdad.– Que no hay estudiantes brutos sino con poco interés.
– Que no hay poco interés sino poca pasión.
– Que  las locuras de los alumnos pueden sacar carcajadas.
– Que reírse con los alumnos y reírse de uno mismo es la mejor manera de romper el hielo.
– Que que te digan “Alejo” y no profe no significa nada a la hora de mantener el respeto utuo.
– Que si se da confianza se recibe confianza.
– Que el respeto se gana a punta de pasón y conocimiento no de regaños y gritos.
– Que exigir puntualidad y no darla es incoherente.
– Que las notas no importan un carajo y lo que importa es la verdadera dedicación e nterés.
 Que se pueden contar historias desde la primera clase.
– Que somos seres audiovisuales con mil cosas por contar.
– Que ser ‘el profesor cuchilla’ no es una opción, dejemos eso a los profesionales.  
– Que me gusta compartir lo que sé y aprender lo que ellos saben.
– Que no me interesa obligar a nadie a que aprenda nada.
– Que prefiero dejarles dudas que imponerles certezas.
– Que san google es excelente para pillar plagios.
– Que en un curso con 30 alumnos hay 60 pareces distintos.
– Que calificar parciales es la labor más ingrata de este mundo.
– Que si uno sabe llegarles a los estudiantes se pueden encarretar hasta con una clase de política bielorrusa y sus acciones en la crisis de la leche. 
– Que no quiero robots que reciten teorías sino gente con ganas de contar historias con otra mirada. 
– Que payasear un poco, actuar breves fragmentos audiovisuales, que quitarse la armazón de “el profesor” permite llegar más fácil a los conceptos.
– Que no hay nada más efectivo para que un salón quede en silencio que la frase “saquen una hoja” lo cual aunque incoherente con otros aprendizajes a veces sirve para evitarse envejecer antes de tiempo. 
– Que me falta mucho por aprender, que apenas estoy empezando y que lo más importante en esta locura de la enseñanza no es hacia donde voy sino el camino que se está recorriendo.

Hay tantos aprendizajes que sólo me queda dar gracias a mi profesión, a la vida, a las circunstancias, a todo lo que ha permitido que aquella profesión que nunca pensé que ejercería, la docencia, sea hoy una de las causas de vivir cada día con una sonrisa en la cara y la cabeza a millón maquinando nuevas formas de enseñar, de compartir, de potenciar esas locas ideas que trae cada uno de ellos.

“Si quieres aprender enseña” Marco Tulio

 

Click

Suena así: Click.

¿Lo han escuchado?

Es el sonido que hace un engranaje o aparato cuando encuentra su punto ideal, también es el sonido que hace una cámara  cuando toma una foto o graba un recuerdo y es el sonido que hace nuestra cabeza cuando siente que encontró la idea, momento o pensamiento que estaba buscando.

Hoy fue uno de esos días en que el click sonó duro, bien duro, sobre todo teniendo  en cuenta que sonaron los tres tipos de clicks que defino arriba.

Es interesante conocer y reconocer el momento exacto en el que hacer o deshacer algo, el momento exacto en el que todo se da para que la decisión sea la mejor y más certera.

No tengo duda que el camino ha sido largo y peleado pero si no fuera así seguro perdería su esencia, perdería su gusto.

“Alicia, en el país de las maravillas, preguntó al gusano qué camino tendría que tomar, y el gusano le respondió preguntándole -¿dónde quieres ir?-. Ésa es la pregunta que nos tenemos que hacer.”

Si, esa es…

CLICK.

 

¿Incorrecto? o ¿incorrecta?

Publicado originalmente en “Guerra de géneros”, especial por el  primer año del blog de Naty Marenco.

—-

Esto de la guerra de los géneros siempre se me ha dado muy mal, no sé si será que soy muy políticamente correcto, al menos muchos más de lo que debiera/quisiera ser o que en una de mis muchas pajas mentales creo que tengo un club de fans (nahhh) y por tanto, vuelve la corrección política, no debo/quiero herir susceptibilidades.

Al carajo. A ver si puedo…

Hombres y mujeres no somos iguales, nunca lo seremos, no ser iguales no significa que uno sea mejor que otro, no lean entre líneas, significa que no somos lo mismo ni somos iguales, ya está, pare de contar, sin más interpretaciones.

Si, sin más interpretaciones, porque esa es, precisamente una de las principales y más marcadas diferencias entre unos y otros, la intertextualidad.

Si un hombre dice “quiero una cerveza“, la traducción es “quiero una cerveza“, como mucho agréguenle alguna alusión al sexo y pare de contar.

Si por el contrario una mujer dice “quiero un chocolate” (o una cerveza que ellas también toman el adorado liquido de cebada) la traducción será algo como “quiero un chocolate/cerveza, aunque en realidad no quiero un chocolate/cerveza sino saber que tu todavía me quieres tanto como para tener pequeños y sencillos detalles conmigo como aquella vez que empezamos a querernos después de la fiesta de pablito, pero si no eres capaz de darme un detalle tan pequeño puede que no me merezcas tanto”.

Coño…

Un pensamiento a la vez, ¿es mucho pedir?

En fin, esta, como cualquier generalización, es errónea hasta que se demuestre lo contrario, igual hay tipos que se enrollan la cabeza más de la cuenta (yo, a veces, uno de ellos) y tipas que se toman la cerveza o se comen el chocolate y siguen su vida, sin procesar un sólo pensamiento más. Hay gente para todo.

Diferencias, muchas, parecidos también muchos, podría estar disertando en este espacio por horas y horas y nunca acabaría de marcar las diferencias y parecidos que hay entre nuestros amados/odiados géneros.

Por cierto, hay algo que nunca he entendido muy bien, y de hecho yo estoy cayendo en ello en este escrito, pero no entiendo porqué siempre que se habla de géneros (o de guerra entre ellos) el tema en el que (o desde el que) se enfoca todo es el amor.

Sé que somos seres sociales, que el amor es una de las emociones naturales del ser humano que más nos mueve, que en el cine y la TV siempre lo usan como excusa para contar sus historias porque saben que siempre habrá alguien que se sienta identificado, es igual, hay muchas maneras más de relacionarnos que el amor pero por aprendizaje social o yo que sé que excusa hormonal, científica, apostólica o romana hemos decidido que siempre que queramos darle palo al género opuesto debemos hablar sobre el amor.

Bueno, tenía que decirlo, no deja de ser una opción fácil, así que sigamos entonces.

Otra de las diferencias entre XX y XY es la película, y cuando hablo de película me refiero al “empelicule”, porque no podrán negar que aunque hay empeliculados de lado y lado casi siempre, yo diría un 75% de las veces, la que se arma películas es la mujer, hay hombres empeliculados, seguro que sí, pero estoy seguro ( ¿algún estudio de esos que hacen cada cierto tiempo por ahí que lo asegure de manera científica?) que hay un mayor número de Spielbergs femeninas que masculinos. Aunque ahí sí como dije alguna vez, nadie le arma películas a nadie…

Ojo, la película tiene varios estadios, no es sólo la película de Ella piensa: “somos novios, nos queremos” y el piensa: “la estamos pasando bueno, la estamos pasando bueno, la estamos pasando bueno”, también está la película de ella piensa: “Tengo razón, tengo la única y verdadera razón en esta discusión” y el piensa: “como jugó de bien Ronaldo y que buenas tetas tiene su mujer” o también la de ella piensa: “los hombres son unos cerdos” y el piensa: “Cerdo o pollo

Es eso, la cabeza de la mujer usualmente es más centrada y la nuestra más, mucho más, (des)centrada. Ellas piensan en A nosotros en 12, letras y números, no cuadran y por eso es que a veces nos cuesta tanto entender(nos), no se han parado a pensar que muchas de las veces no queremos ni siquiera, valga la redundancia, pararnos a pensar y simplemente estamos tratando de vivir la vida sin mayores complicaciones ni pensamientos extraños y enrevesados.

Esta última idea viene, por supuesto, viciada, los hombres somos más importaculistas (del verbo meimportaunculo) que las mujeres, le damos menos importancia a los detalles y una discusión o un intercambio de ideas con una fémina rara vez nos sacara una lagrima pero no es por ser los meros machotes, como se armaran la película algunas/os, sino porque creemos que la vida es muy corta para darle tanta importancia a estos pequeños rounds de la vida cotidiana.

Eso, que podría seguir escribiendo prosa barata, escribir poesías de lo bueno y lo malo de cada género o irme lanza en ristre contra ellas o contra nosotros mismos en sendos panfletos pero visto lo visto mi corrección (bendita corrección) puede más que mis letras.

O, pensándolo bien, quizás no es corrección, simple y llanamente tengo claro que no podemos vivir ni con ellas ni sin ellas. Así funciona. Ni contigo ni sin ti.

 

Seguimos…

Podría empezar a tirar excusas a diestra y siniestra explicando las razones por las que cada vez escribo menos por acá.

Podría decir que no tengo tiempo, que lo urgente no da tiempo a lo importante y así durante un rato, excusas, frases hechas y descafeinadas que suelo decir cada cierto tiempo por estas tierras  que aunque sean ciertas no significa que sean valederas.

Pero la verdad hay una única  razón por la que cada vez escribo menos y esa es Proyecto 365, ese loco proyecto audiovisual que me puse de meta para el 2010 de retratar la cotidianidad de cada día a través de videos, de imágenes en movimiento.

Ya voy por 69 videos y cada día tengo más claro, veo más factible, que llegaré al 31 de diciembre de 2010 con 365 capturas visuales de espacio, momentos, eventos e ideas que voy tropezando en mi cotidianidad currambera.

Los invito a que se pasen por el canal de Youtube y si les gustan los videos comenten y rieguen la bola.

 

Un tipo sencillo…

Ese soy yo, un tipo sencillo

Un tipo sencillo que regaña, grita y putea, que se enferma,  tose y escupe.

Un tipo sencillo que tiene días malos, días buenos y días de puta madre…

Un tipo sencillo sin pretensiones tan elevadas como cambiar el mundo o descubrir América, mis pretensiones son tan simples como retratar el día a día, la cotidianidad, y dejar constancia de ello.

Un tipo sencillo con ideas buenas y cercanas, con odios y amores, con filias y fobias, con quereres y distancias.

Un tipo sencillo con un credo personal tan simple como efectivo, tan enigmático como inexplicable.

Simple y sencillo de toda la vida, amigo del cocinero y del doctor, quizás porque yo mismo soy fui cocinero y soy seré -ni idea cuando- doctor y el estar de cada lado me ha enseñado que al final todos somos seres humanos que reímos, lloramos y vivimos la vida.

Tan sencillo soy que no me gusta la plata, no tengo alma de comerciante aunque eso vaya en contra de mis dotes de culebrero, la plata para mi es y será siempre un medio, nunca un fin.

Soy un tipo sencillo, de pensamientos sencillos pero que tarde o temprano tiene que darse cuenta que no, no es un tipo sencillo, no es un tipo simple, no es un tipo cualquiera…

 

El Parque Tayrona

Que si la magia, que si sus playas, que si la brisa y que si la luna, todas las palabras se quedan cortas para describir de manera correcta lo magnifico que es el Parque Tayrona.

El parque es un espacio de calma y liberación para mi y aunque cada vez se vaya volviendo más comercial y más sitio de vacaciones con las constantes hordas de turistas, sus espacios todavía limpios y naturales me hacen querer seguir yendo al menos una vez al año.

Esta vez el turno fue para el comienzo del año, ahí estuve con Joicy y David, caminando como locos nuevos, riéndonos al son de una botella de guaro y viendo el amanecer como si del último se tratara.

Ver todas las fotos en mi Flickr.

Ahh y de ñapa, si quieren ver un video del amanecer del Parque los invito a que se pongan cómodos y disfruten de este video que hice para el día 9 del Proyecto 365

 

¿365?

En los inicios del 2007, cuando recien empezaba en el mundo del videoporweb y del videoblogging se me metió en la cabeza una locura llamada 365 shots, una sección más de mi blog de esa época “El Armadillo Bit”. Una sección en la que retrataría la cotidianidad de mi vida en Barcelona a través de 365 shots de video. Uno por cada día del año.

El día a día, las ocupaciones, las labores, mejor dicho la vida real, no permitieron terminar eso 365 shots, de hecho sólo logré hacer como 25 shots y no pude más.

En 2008 me propuse cumplir con el reto de Semanal.org un video a la semana durante todo el año, lo logré con creces, hice 54 videos a lo largo del año, a veces más trabajados, a veces menos pero cada semana hubo un nuevo video al aire.

Este año 2009 los cambios en mi vida, el retorno a Colombia después de varios años fuera, las nuevas ocupaciones, las múltiples responsabilidades y varias excusas más me mantuvieron algo alejado de la parte práctica del videoblogging, de ese constante retratar de historias. Aun así, cada vez me interesa más seguir potenciando de todas las maneras posibles -tanto prácticas como teóricas- las nuevas narrativas audiovisuales que han ido surgiendo en la red.

Cerrando el año después de varios eventos relacionados con el videoporweb -sobre todo el exitoso “Video por Web” que organizamos en Pio.la- en un debate del Grupo Vlogombia, Juan Falla, unos de los pioneros del vlogging en español propuso que el 2010 fuera el año del videoblogging en español y comentó que el retornaba al vlogging con la idea de hacer un video al día durante los 365 días de 2010.

Que carajos, sigo teniendo poco tiempo y puede que sea otro de esos tiros al aire, otra de esas ideas que inicio con todas las ganas del mundo pero que el caos diario no me deja llevar a buen puerto, pero quiero volver a capturar mi cotidianidad como hacía antes así que acá estoy yo siguiéndole la corriente a Juan e intentando capturar también mis 365 días imagen a imagen, plano a plano, frame a frame.

Lo tengo claro, hacer un video al día es una odisea casi imposible, ojo, hacer un video editado, planeado, guinoizado y pensado al día… pero y que tal si de lo que se trata es de captar la cotidianidad, la realidad que nos envuelve cada día, los pequeños fragmentos de imagen que nos vamos encontrando pie a pie.


Casi todos nosotros hemos hecho de nuestras vidas un reality y vamos contando en tiempo real lo que hacemos, vemos y leemos, ¿porqué no contarlo también en imagenes?

Será, sin lugar a dudas una mirada distinta, no serán videos con gran contenido, pero si serán videos con mucha realidad interna, puro sonido ambiente, puro viaje de cotidianidad.

Entonces, esta nueva quijotada consiste básicamente en grabar un plano cada día, esto puede ser un plano estático, secuencia, delante o detrás de cámaras, hablando frente a cámara o dejando que la realidad hable por si misma, da igual, lo importante es que se narre algo de mi cotidianidad, de lo que me estoy tropezando.

Capturar la realidad por si misma es llamativo para mi, pero para darle un aliciente a esta loca busqueda audiovisual de 2010 he configurado mi idea de tal forma que estos 365 planos se puedan juntar a final de año en un gran documental que retrate la cotidianidad de cada quien, las diversas opticas, es decir sería muy interesante al final de 2010 poder hacer un gran montaje con los 365 planos de cada uno de los que se le mida a esta locura colectiva en un gran video documental colaborativo.

Aclaro que igual seguiré haciendo videos más elaborados, con edición, música y una narrativa más completa para mi videoblog Armadillo TV pero si quiero cumplir con los 365 planos tengo que pensar en otro tipo de estéticas, otro tipo de capturas del espacio cotidiano y real.

Yo me voy corriendo que ya es 30 de dic. de 2009 y tengo que terminar de alistar todo para empezar el 1 de enero de 2010 con todo.

Como quien dice, suena faltan cinco pa´las doce y ya toca empezar a grabar.

Deseenme suerte, haré todo lo posible por culminar con éxito.

Los espero en Proyecto 365…

 

Un mal poeta…

Unas cuantas ideas dando vueltas en la cabeza, ideas simples y complicadas, ideas, ideas, ideas… La repetición es parte del éxito, una vez es un fallo tres veces es estilo…

Huele fuerte, a pintura mezclada con sol, es mediodía y hace mucho calor.

–    Vecino ¿mucho calor?
– me pregunta el obrero que pinta una reja bajo el canicular sol barranquillero mientras se protege por un rustico sombrero hecho de papel periódico.
–    Si ombe, mucho calor- le contesto  pero a ud. lo veo bien con su sombrero bien alón y pa’ remate le gusta el ron.

Ideas sin ton ni son, ideas cortadas con tijeras de papel, ideas buscando ser desarrolladas por un poeta de la imagen, de las palabras, de los sueños…

Todos llevamos un mal poeta por dentro…

La esencia, la maldita esencia, somos lo que somos, somos quienes somos y no quienes queremos ser, mutamos, evolucionamos, maduramos pero nuestra verdadera esencia, el sabor y olor que nos caracterizan y que nos hacen reconocibles no cambian nunca.

Me vino a la mente eso de “la verdad está en los ojos”…

Un día cualquiera…

Luces, cámara, acción, vuelve la burra al trigo… un nuevo día acaba de comenzar.

Es una de esas mañanas cualquieras, en una calle cualquiera, en Barranquilla, Colombia, Suramérica, la tierra, el sistema solar.

Pasa el del periódico y grita El Heraldo, El Heraldo, mientras chifla de una manera particular, el abanico no para de moverse mientras por la ventana entra la famosa brisa decembrina y en la radio se oye aquí suenaaaaa… En la cocina suena una licuadora, en la sala se cae una foto que dice “all you need is…” que adorna la pared como una especie de homenaje a 12 mil km y en el último cuarto, algo, alguien, ronca, profundo mientras sueña, decide, sopesa, si se queda con la rubia o con la morena.

En el 3er piso se oye un grito, la puerta no deja ver si es resultado de un polvo mañanero o de una tristeza cotidiana. El portero saluda, se despide con gran deferencia, ¿será real o fingido su no solicitado servilismo? Ni manera de saberlo. La calle es una selva de cemento, la ciudad nos vuelve salvajes.

El taxista se ríe en cada semáforo, los chistes están a flor de piel y escuchar la radio local tan plena de humor barato y popular lo hace menos complicado aun.

Empieza la vida real y la virtual al mismo tiempo. Desconectas la alarma, te sientas frente al computador y empiezas a digitar: informes, correos, frases de 140 caracteres, saludos, despedidas, ideas, proyectos, clases, el día se convierte en una espiral de letras y palabras que de una forma u otra nos hacen quienes somos.

El día pasa en una mezcla de afanes y lentitudes, te encuentras egos y te tropiezas grandezas, se estrellan ideales y se joden necios sin criterio, no es la idea, todo debe fluir, la vida no es complicada los complicados somos los seres humanos.

Se acaba el día, caminar por las calles nocturnas de una ciudad cualquiera, de un país cualquiera, con unos grillos cualquiera a nuestro lado suele ser una experiencia simple, cercana y sin ningún color ni sabor, es unir pasos hasta llegar de vuelta y vuelta, aterrizas, alunizas en tu luna, en tu satélite personal y ahí termina todo.

Hacemos tantas cosas iguales cada día, tantas rutinas repetidas que al final un dia cualquiera se parece a otro día cualquiera, sin importar forma ni fondo sin importar nada de nada. Afortunadamente cambiar cualquier mínimo detalle de esta narración diaria es contar una nueva historia y es lo que trato de hacer cada día.

Es simple, es mínimo, es lo que ocurre un día cualquiera, en una mente cualquiera, de una persona cualquiera…