Category Archives: La Samaria

La Perla del Caribe

La Perla del Caribe, La Samaria o simplemente Santa Marta es la ciudad de mis amores, pero sobre todo de mis nostalgias…

Ya son más de 17 años desde que salí de allá pero en mi cabeza todavía quedan recuerdos, muchos amigos y una casa en pleno centro en la que mis abuelos y mamá me recuerdan cada día…

Hoy Santa Marta cumple 490 años y me fue imposible dejar de recordar la Bahía y su majestuoso morro, ubicados a sólo 6 calles de mi casa y en donde me iba a bañar, a llenar las bolsitas de agua en plena guerra de agua de carnavales y hasta a tomar cerveza con alguna desprevenida turista…

Santa Marta, Santa Marta tiene tren, Santa Marta tiene tren pero no tiene tranvía…

Feliz cumpleaños Santa Marta, no parece pero te recuerdo mucho…


 

La 21

El único lugar del mundo en el que me puedo sentar en la puerta de la casa en un mecedor de mimbre a ver pasar gente sin que sienta que estoy perdiendo el tiempo es en la 21, mi calle en Santa Marta, La Samaria, la Perla del Caribe, tierra de encantos y placeres, de ruido y de caos, de luz y color, de calor y lluvia, de tiempos lentos y afanes cotidianos.

Pasan vecinos que saludan con una mano levantada, pasa Pocalucha con tremendo guayabo  o Borinque con su caminar cansino, como pidiendo permiso a cada pie para dar el siguiente paso, pasa un vendedor de pasteles y chichas, otro de frutas y verduras, pasa pata e’ cumbia gritando coco de agua coco de agua y La Wilson mueve sus cadera con caminar coqueto y pose femenina, como si el movimiento de caderas lo volviera más mujer, como olvidando que el de arriba lo mando como hombre aunque en el camino se cambiara de carril. Me parece raro no escuchar a “fuera de mi, fuera de mi” pero seguro estará descansando de su última degustación de cañazo.

Cuento siete carros mal parqueados, un carro e’ mula lleno de carga, tres puestos de ventas de minutos a celular, una peluquería, dos puestos de jugos, un puesto de perros calientes, tres tiendas, una en cada esquina, dos de ellas denominadas “la última lagrima” pues su cercanía con el Cementerio San Miguel  las ha convertido en el espacio donde los dolientes recuerdan, al son de una cerveza bien fría, lo tan buenas personas que eran  los que acaban de enterrar.

Pasa una morena de culo grande, dos negritas vendedoras de alegría con cuerpos marcados, una señora a la que no le pasan los años sólo la luz y una amiga de años atrás que desde que se casó mando su belleza pal’ carajo. La mezcla de exóticos colores permite en una simple sentada darle un baile matutino al ojo, un baile justo y necesario… un baile sin acción ni reacción.

La 21 ya no es la misma calle en la que yo me crie, no sé exactamente cuál de todos los cambios no me permite sentirla ya del todo como “mi calle”, no sé si es todo el comercio que se ha generado a su alrededor, no sé si es la falta de niños jugando al fusilao, la lleva o un simple partido de futbol, no sé si es que ya somos pocos los vecinos originales, de toda la vida, que quedamos en la cuadra, no sé si no hay una razón específica y es simplemente una cuestión de desarraigo, de distancia temporal, mental y geográfica.

El tiempo en la 21 pasa lento, como en slow motion, como si no quisiera avanzar, como si se suspendiera su avance, como si se congelara, como si no se quisiera seguir contando la historia.

Sigo meciéndome, llega un amigo, saluda y se sienta en el bordillo a mi lado, empieza a echar sus cuentos y me dice “compadre sea lo que sea la 21 es la 21 y acá no se gana pero se goza” mientras suelta una enorme carcajada que no entiendo bien a qué se debe pero que se me pega como se pega la camisa al cuerpo por el calor excesivo.

Da igual, con su caos y sus ruidos, sus defectos y virtudes, su amanecer y sus colores, su lluvia y su calor, con todo… como me gusta la 21, como me gusta Santa Marta, como me gusta mi Perla…

5 sentidos: Vista

Casi siempre cada día empieza con algunas imágenes estandard: un mirada entrecerrada a un techo blanco, blanco, la pantalla del celular que brilla, baldosas color marrón opaco…

Hoy es festivo, las imágenes cambian, en la cama la ropa espera ser guardada en la maleta, me asomo a la ventana y se ve el árbol de cayena y las flores recientes moviéndose al ritmo de la brisa. El citófono suena mi pana se queja, ah no eso es otra cosa, llega el puertaapuerta por mi. La samaria me espera.

Entro al reducido transporte,  dos mujeres mayores conversan, una niña linda, preciosa, habla por celular, un tipo duerme a pierna suelta, un par de niños gritan y me miran con cara de pocos amigos, me siento delante.

Imágenes del camino, carretera, vendedores de rosquitas, almojábanas, bebidas, la ciénaga grande en todo su esplendor, pasa algún pelícano y una garza se atraviesa obligando al conductor a esquivarla. Tropezamos Ciénaga, pueblo caliente y poco agraciado con sus vendedores de pescado y camarones, con sus mototaxis y sus olores.

Se ve, al fin el mar samario, en la Drumond un par de grúas descarga carbón sin parar. Llego a mi apto desempaco y salgo al balcón, veo el mar, motos acuáticas, desde mi mirada alta y reservada diviso a un grupo de cachacos rumbo a su paraíso, el mar caribe.

Tarde de charlas varias con Chivi, la piscina me pica el ojo pero tanta brisa me impide disfrutar de un baño, no me impide disfrutar de las dos morenas en bikini que aparecen rodeadas de coloridos pareos y dos novios de repuesto. Miro y admiro el cielo, está opaco, cae el poco sol en un atardecer majestuoso, colorido, inesperado.

Me subo a una buseta, rumbo al centro samario, en el camino se para el tráfico por un gran accidente, una moto contra un gran camión, pelea de tigre con burro amarrado, la moto queda irreconocible.

Llego a la casa, saludo a mis abuelos, pese a ser un día festivo veo las mismas imágenes de siempre de mi cuadra de infancia, el vendedor de minutos a celular, el peluquero que camina con movimientos descarados para simular una feminidad inexistente, el puesto de perros calientes co Jimmy y su parsimonia, los bebedores de cerveza sentados jugando un domino en donde Borinque, gente paseando en bicicleta y un perro que caga en frente de mi casa.

Veo llegar a amigos y amigas, caminamos rumbo al centro histórico, la calles están llenas de gente con sus mejores galas, llegamos a la entrada de la discoteca, unas grandes luces de neón me ciegan, un niño hambriento, descalzo, sucio, triste, a la espera de un milagro nos pide plata que le permita comprar un poco más de esa droga que lo hará VER lo que quiere VER.

Cuerpos sudando, danzando, tomando, besando, sintiendo, se sube un barman a la barra y hace un juego de luces con fuego y gas de una botella, sonrisas de todos, la música lleva el ritmo de las imágenes ¿o será al revés?.

Las imágenes nos buscan, nosotros escaneamos el día a día en simples pedazos visuales, nos encontramos el contexto de cada día dividido en fragmentos visuales que disfrutamos u odiamos, sentimos, vivimos, observamos, vemos.

Terminamos, cansados, con la luna encima, la imagen final son tres niñas, falda a la moda y  belleza matadora en tremenda borrachera,  me viene a la mente Carlos Vives…

Que tiene la noche cósmica virtud
Que envuelve mi cuerpo de una mágica inquietud
Que tiene la gente que tiene este lugar
Que tiene mi negra que no la puedo olvidar
Tiene en sus amores propiedades milagrosas y una miradita
Que me antoja deliciosa, tiene en la cumbiamba una cadencia misteriosa
Y una cancioncita que se vuelve pegajosa
Que tiene la noche que  alos hombres enloquece
Unos labios rojos esperando que los besen
Que tienen  los hombres después en la mañanita
Un amor que sueña desojando margaritas…

Compadre Chirrin, lo extrañaremos.

Normalmente escribir con sensaciones de molestia, dolor o desespero suele ser contraproducente. Desahogas la rabia, la ira y el dolor sino es con palabras de altos tonos con frases hirientes y que pueden ser susceptibles de ser malinterpretadas.

Esto que escribo lo tengo entre pecho y espalda hace más de una semana, es una de esas cosas que necesito decir porque sino se marchita y se pierde en el limbo de los pensamientos.

Hace una semana hubiera empezado esta nota diciendo algo como: Dicen que para morirse sólo hay que estar vivo, yo creo que para morirse sólo hay que ser un colombiano de bien.

Hoy más tranquilo sólo quiero escribir una nota desde donde pueda recordar a Daniel Galvis, gran hijo, hermano, esposo, padre, compadre y sobre todo persona, recordarlo como el gran amigo que fue sin hablar del qué, del cómo ni del porqué tuvo que morir tan joven.

A Dany lo mataron esta semana santa un día cualquiera, integrantes de un grupo militar colombiano cualquiera, por una razón cualquiera que no es necesario investigar ni preguntar.

A Dany lo recordamos todos los que lo conocimos por ser una persona amable, alegre, jovial, divertida y gran amigo de sus amigos aunque supongo que cualquiera pensara que no hay muerto malo.

A Dany lo conocí por medio de su hermano y de una se hizo parte del combo de la 21, en su jeep, el amarillito, se armaron y se cerraron muchas fiestas, con el se habló de los temas más variados y más de una vez vimos caer la noche en la acera al frente de “El Trebol”, muchos, muchos momentos para recordar.

Dany fue el causante de uno de mis motes o es que alguien olvida que el fue el que, en un error inocente, dijo por primera vez Morrocoyo sírveme un trago, oportunidad que no desperdició Araquito, alias Cachorreta, para dejarme sentenciado como Morro.

A Dany le decían Chilin, Compadre Chirrin o simplemente Compadre Dany.

A Dany lo vamos a extrañar mucho.

El día de su entierro fue imposible evitar que muchas lagrimas corrieran, Coca, Leo, Carlos José, Lili, Cachan todos grandes amigos estábamos ahí juntos casi que no creyendo que no nos veíamos para reír un rato y tomar una cerveza sino para enterrar a un gran amigo y a una mejor persona.

A su familia la aprecio mucho, por eso les di mi más sentido pésame aun sabiendo que el dolor que yo sentía no es ni de cerca el que ellos podían estar sintiendo, aun así ahí estuvimos dando un apoyo mínimo para que el dolor fuera más llevadero.

Me quedo con la canción que cantaron los mariachis que lo despidieron, clásica, cliché, me importa un carajo.

Tu eres mi hermano del alma realmente mi amigo…

Compadre Dany que le vaya bien por allá, desde acá lo extrañaremos mucho.

Llevo una semana tratando de no pensar más en eso, de perdonar, de olvidar, de sentir que somos mejores personas y que no podemos ponernos a su nivel, aun así no puedo, tengo algo que decir a los que lo mataron:

COMAN MIERDA.

Dos nostalgias post en uno


Ya hace un tiempo hablé de mi doble “ciudadanía”: samario-barranquillero, nacer en una ciudad y vivir casi toda la vida en otra me dejan en una encrucijada.

Esta introducción es necesaria para este post doble pues los dos servicios sociales que vengo a hacer las incluyen por lado y lado.

Como primera medida y esto lo entenderan más los lectores samarios aunque va para todos.

Podría hablarles de Carechoque, la tiradera de agua en miércoles de ceniza, el polideportivo, los partidos del Unión Magdalena, las arepas de huevo de las Zapata, los jugos de frutas en la calle 16, Taganga, Bahía Concha o el Parque Tayrona y así por un rato. Nombrar sitios, gente e iconos de nuestra samaria querida.

En definitiva, el hombre vive de recuerdos y de realidades y la realidad es que somos habitantes de una ciudad que tiene la magia de tenerlo todo.

Por eso hoy los invito a que conozcan un nuevo espacio que he creado sobre la ciudad, un espacio en el que compartir historias, imágenes y eventos de la ciudad.

HTTP://LAPERLADELCARIBE.ORG




Como segunda medida. Quiero invitarlos a que por undecimanovena vez le den una mirada a este documental que dirigí hace un par de año sobre la nostalgia por la tierra en la lejanía y que está participando en el concurso El Lugar Mejor Contado de Colombia organizado por Google (incluidas sus filiales Blogger, Youtube, etc), Revista Semana, W radio y Caracol TV. Si les gusta pueden regalarme un voto positivo (nombre del Docu: El mejor vividero del mundo) en este link.

Una ciudad se reconoce no sólo por lo que tiene sino por lo que genera, Barranquilla, Curramba o La Arenosa se las ha ingeniado para permanecer en el imaginario colectivo de sus habitantes como el mejor vividero del mundo, da igual que estén viviendo bajo el calor de sus 35 grados o en Barcelona a 10 mil KM. Un espacio lo construye ante todo el recuerdo que se tiene de el.

[blip.tv http://blip.tv/play/AYjfGgA]

Barranquilla huele a ilan ilan dice Kelly, por otro lado llega Humberto y canta “si el toro fuera de azúcar y los cachitos de panela si yo fuera garrochero cuanta garrocha le diera”; Iliana comenta que Barranquilla es un caos, pero no un caos cualquiera, un caos organizados, aclara; Noris por su parte extraña el olor del pescado frito en Puerto Colombia…

Cuatro personajes, cuatro vidas paralelas, cuatro visiones de Barranquilla que lo único que tienen en común es el sabor agridulce de la distancia, distancia de la tierra que los vio crecer y que para ellos siempre será el mejor vividero del mundo.

Documental generado con nostalgia, grabado con pasión pero sobre todo disfrutado con la alegría del que sabe que algún día volverá a disfrutar de la patria chica.

Offside
Me alegro por lo de la beca, sabes que lo mereces. Para qué decir más.

Lluvia en Santa Marta

Cuando niño siempre me gustaba bañarme bajo la lluvia en mi Santa Marta natal…

Casi 12 años después de mi ultimo baño aproveché mi paseo por la samaria para darme uno…

Lastima que a esa misma hora muchas familias samarias lo perdian todo… por ellos…

Offside
Último día en Santa Marta, Se pasço bueno y se disfruto… ahora empieza el guayabo moral…

Paseando por El Rodacho

Ya quedan pocos días para partir, toca evocar no hay de otra…Siempre me ha gustado Santa Marta como ciudad de playa, brisa y mar, es decir, no me veo viviendo en ella en mucho tiempo más que nada por el poco campo que hay a nivel profesional en mi área (¡¡¡vio mijo, yo le dije métase a ingeniero o a abogado¡¡¡) pero como ciudad de vacaciones, relax y buena vida se la recomiendo a quien sea y no tiene nada que envidiarle a ninguna de las ciudades vacacionales mediterráneas.

La vieja canción dice que “santa marta, santa marta tiene tren, santa marta tiene tren pero no tiene tranvia”, aun así de un tiempo para acá la ciudad ha vivido una transformación -más palpable por uno que sale por un largo tiempo y vuelve- en la que encontramos nuevos centros comerciales, las lindas y soleadas playas de siempre, un plan de recuperación del centro histórico y mil proyectos más; esto ha llevado a que últimamente se haya puesto de moda como slogan para la ciudad ” Santa Marta, la magia de tenerlo todo”.

Este, como todos los slogan es una imagen que se maneja a punta de tópicos, pero…

Pero… que carajos a veces los tópicos nos sirven para pasar una buena tarde…

Los invito a pasar una tarde conmigo en … tatatatatatannnnnn EL RODADERO

– El aceite de coco, el tubito para el dinero, se le tiene el pescadito frito… la cerveza, el agua helada- los 7.485 vendedores que pululan alrededor de los bañistas gritaban a todo pulmón los productos que ofrecían.

Tienes un taladro o una limonada de mango- le “mame gallo” al quinto que se me acercó.

No pero le tengo unas gafas acuáticas con detector y repelente de tiburones- fue su simpática respuesta a mi jodedera.

Es que si hay algo que me puede desesperar de una tarde playa son los benditos vendedores, te ofrecen desde bebidas y comidas hasta sombreros y souvenirs y me cansa tener que estar toda la tarde con el sonsonete de “no gracias, ya tengo mil collares, doce sombreros y quince camisetas que dicen ‘alguien que me quiere estuvo en santa marta y sólo me trajo esta camiseta”, Pese a todo, no se puede negar que la amabilidad de estos señores -que al fin y al cabo están ganándose la vida- nos ahorra muchas molestias.

– Patrón ¿una cervecita?- me ofreció mostrando una nevera de icopor raída y sin tapa.

Deben estar calientes- le digo de puro pesado.

Nada, se las traigo “vestidas de novia” si así las quiere– ofreció usando su labia característica.

Bueno dale pues , pero en cuanto las vas a dejar?– pregunté

2000 pesos, patrón, eso es lo que valen– dijo convencido.

Nombe nada no aguanta… me viste cara de cachaco o que?, 1500 y no va más- le dije en la típica actitud de regateo costeña.

Nooo patrón si a eso me las ponen a mi, además ya los cachacos regatean más que uno– me dijo con aires de conocedor.

Bueno 1700 y me traes la neverita y la dejas parqueada aquí- le ofrecí.

Bueno va pa’ esa, vengo enseguida- se alejó dejándome un par de ‘frías’ bien heladas para el compadre Lavoe y para mi.

Llegaron el resto de cervezas y al ritmo de “frías van frías vienen” pasaron frente a mi toda la fauna humana que puede verse en un día de playa:

– Un combo de guajiros con pinta de nuevos ricos tomando whisky “something special” mientras se montaban en todo lo que les ofrecían, lanchas, kayac, el gusano…sólo les faltó cometa y ski.

– Los indispensables cachacos con su tanga narizona y con color rojo azotado de pies a cabeza por la constante exposición al sol.

– Una familia que casi se acaba la arena a punta de cubrirse todos y cada uno en inmensos huecos mientras se tomaban foto y más fotos.

– H
ablando de fotos, pasaron los fotógrafos de mar haciendo las indispensables fotos trucadas en las que las “victimas” se cubren de una lluvia proveniente de una lata de cerveza o en la que las caras se funden con la arena del mar o en la que a la foto del jefe de familia le ponen en el corazón un recuadro con sus hijos llenos de arena… en fin fotos que deberían ser merecedoras de al menos 72 horas de cárcel…

– El vendedor de ostras, camarón, caracolito fresco que te lo ofrece como el mayor afrodisíaco del mundo, viagra con galleta de soda me dijo uno… no llave fresco que por acá todavía no se necesita de eso…

– Mujeres lindas paseando de una punta de la playa a la otra para lucir sus bikinis o tangas y sobre todo buscando lo que no se les ha perdido.

¿Tópicos?, si, muchos; pero algo hay de cierto en ellos… y se pasó bien bueno, quemada color “cachaco rojo como un camarón” incluida; ya hasta en eso me estoy volviendo extranjero en mi tierra… que vainas…

————————————

Vean hoy el episodio no. 23 del Vlog Internacional; el tema de hoy es Fuentes de agua
Ver video grupo A
Ver video grupo B

Offside

Ya voy de salida, toca arreglar maletas y guardar en ella ropa, comida, zapatos pero sobre todo muchos recuerdos…. ¿que cuando volveré? jodaaaaaa ojala lo supiera.

Así se vive por acá…
En la inmensidad del cuarto suena la voz del mismo locutor de hace mil años mientras canta la habitual melodía de “en Olímpica Stereo desde septiembre se siente diciembre…”, mi mente medio dormida medio despierta procesa la información… que piedra yo no estaré por acá en diciembre. Abro los ojos con pereza, son las 8 AM, quisiera seguir durmiendo aprovechando las vacaciones pero la hiperactividad es una vaina jodida así que ¡¡¡ARRIBA¡¡.
Buenos días abuela, buenos días Mabel, buenos días viejo Torres buenos días todos… ¿que hay pa’ desayunar?, bollo limpio con queso y jugo de naranja… perfecto. Dos mordiscos y está listo todo. ¿Que haré hoy? Me pregunto mientras me doy un baño largo, concienzudo, el agua fría me limpia los pensamientos extraños del día anterior, el agua fría me refresca el calor constante que acompaña la jornada samaria desde que inicia hasta que termina.

Una bermuda, una guayabera bien fresca y chancletas, pinta óptima para Santa Marta en época de vacaciones que no hay que marcar tarjeta, salgo por la puerta mientras el perro brinca a mi lado como pidiendo que lo lleve a mí destino: todos lados y ninguno. Quieto ahí perro, no te vistas que no vas.

Salgo por la puerta, la calle 21 ya está viva hace un buen rato, tres vendedores de minutos a celular en línea, oficinistas, un par de puestos de jugos de fruta y fritos, gente que hace cola en Cooedumag, “Borinque” viviendo su vida “dura” mientras “Pocalucha” le hace la competencia al habitante más “estresado” de la cuadra, “Sonwill” el peluquero mueve sus cadera casi femeninas al son de la bulla de los pelaos de la cuadra, en la Cra. 6ta están los de los buses a Cienaga que a grito herido anuncian “dos puestos, faltan dos puestos” y en la tienda está “Coca” mamando gallo a todo aquel que se deje. Que vainas, cuanto y cuan poco ha cambiado esta cuadra en este tiempo.

Tomo camino, empiezo a recorrer la Cra 5ta, más congestionada que nunca, llena de carros, gente vendiendo desde CDS y Dvds piratas hasta gafas, desde herramientas hasta collares hippies, un maremagno de personas que se rozan y se sienten. Paso por la Catedral, cada vez más vieja y cada más llamativa con su blanco característico. Un amigo me llama por mi nombre de una acera a la otra, lo saludo. “Aja compadre que mas de vainas, como va la vaina, que tal la familia, porque tan perdido, nombe ando por las Europas, nojoda verdad, si marica, nojoda que vaina buena, bueno quedamos así, a ver si nos tomamos unas frías, va pa’ esa, ok quedamos así. “Esas son las conversaciones que tengo con mis amigos ahora… conversaciones vacías, sin sabor, conversaciones sin ningún fin ni ningún inicio, los problemas que trae llevar tanto tiempo en una burbuja llamada BCN.

Sigo caminando, tomo rumbo a la bahía, la bahía más linda de América como insistimos en llamarla, en el camino me tropiezo con dos carro e’ mula, un vendedor de jugo “mandarinasudor”, 5 puestos mas de llamadas y un tipo que por su caminado lento tropiezo dos veces, me mira feo, quieres problemas o que…eche cógela suave loco o quieres problemas tu nojoda, esta gente anda es belicosa, será el calor o qué. Ni idea.
La estatua de Simón Bolívar del Parque Bolívar me ignora desde su pose altiva, caballo amenazante y sentimiento de soy el libertador…libertador de que, pobre pendejo. A un lado se sientan el combo de pensionados, su labor es sencilla: todos los días deben arreglar la ciudad, el país y el mundo, eso si, al final de la jornada deben desarmarlos todos de nuevo porque sino qué harán al día siguiente. Enfoco mi vista, por fin me encuentro la esperada bahía, está más limpia, está más organizada, las obras para volverla peatonal la tienen un poco congestionada pero eso es lo de menos, al fondo -imponente- se alza el Morro.

Me siento en la arena, una vez más pretendo liberar la mente, evoco tiempos pasados, partidos de fútbol, castillos de arena, novias furtivas, amanecidas, baños de madrugada desnudo o en calzoncillos tantas historias personales guarda cada playa samaria que en la lejana playa de la Barceloneta ni por ahí.

Me he quedado dormido, dormido no, elevado en mis pensamientos y me vuelve a la realidad la bulla de los buses, la gritería de los vendedores y la sirena de un carro de bomberos que va a apagar un incendio…y que en ese momento apaga mis recuerdos.

Es hora de almuerzo…me voy a casa que hoy me espera un buen mote de ñame y queso….

Offside
que bacano es cuando la gente comparte su suerte con uno…muy bacano. Y este WK pa’ curramba again.

(Re)Ubicándome

El calor da duro y parejo, 35 grados a la sombra, la cerveza helada y las gafas de sol no hacen nada en contra del rayo insistente que pasa por medio de las palmeras. Es lunes, septiembre ecuación igual a playas de Bello Horizonte vacias. Sólo me acompaña Chivi, quien feliz disfruta de mi sorpresiva visita

En una esquina y otra los pescadores mueven la red que les dará el sustento diario, son 15 o quiza 20, jalan y jalan sin parar. A un lado, viendo a los toros desde la barrera, dos turistas cachacas, se toman un jugo y chismosean la labor de los hombres.

Yo me muevo lo menos posible y alzo la vista de vez en cuando sólo para ver el avance de la malla, un baño rápido me muestra que todavía falta mucho par que acabe la jornada de trabajo de los pescadores.

La charla es variada, hay mil temas por tratar, mil cosas por preguntar, casi 3 años de recuerdos que sacar…

Y mientras ellos jalan y jalan las redes mi cerveza se vacia y se llena de nuevo de la mano del servicial vendedor que con un “a la orden patroncito” me hace sentir incomodo porque hubiera esperado mejor un “a la orden mi llave”.

Al final terminan, ya han llegado más ayudantes a buscar su ración diaria y lo que puedan sacar para sobrevivir una jornada más, los metros y metros de red se amontonan en la orilla, pero de peces poco.

Yo, también desde la barrera, veo como la pesca ha sido poca, no me imagino cuanto así que me levanto, me acerco con curiosidad y ante sus miradas de extrañeza la miro… si, ha sido poca, muy poca, igual no hay caras de decepción cada uno coge sus tres pez-queñines y se va a casa porque asi sea un sancocho sale…

Las cachacas se guardan su cara de asombro en el tubito de plastico donde guardan la plata y yo me quito la tierra caliente que hoy siento como una bendición y me voy para el apartamento que ya la olla me esperaba.

En fin, mañana será otro día…

Offside
– Fin de semana movido, ya hoy comienza la tranquilidad nuevamente.
Miercoles para donde el caimán y el viernes para la nevera, comienza el tour.
ABS en esta o en la proxima nos veremos… cual es el problema?