En serio no se que es lo que tiene la noche…
Ya han pasado dos semanas desde que volví a la doble rutina de trabajo que he tenido hace mucho tiempo, a decir verdad después de diecipico de horas de trabajo lo que menos me provoca es salir de fiesta. Decidido, me voy a dormir, bueno es un decir.
Salgo del trabajo, la noche ya empezó hace un largo rato, por las calles ya hay más de uno que borracho y/o drogado grita al cielo su alegría y felicidad, yo miro ese mismo cielo y las pocas cervezas me hacen ver una simple luna casi llena. ¿feliz? no lo se, enigmática más bien.
Entro al metro, son solo unas pocas estaciones pero hoy no quiero caminar, el anden está lleno, es puente en BCN por Sant Joan así que la gente y las hormonas están a tope. Llega un grupo de 5 “chavales“, uno saluda al listo de al lado que va con 5 “guiris”* buenísimas. Las chicas saludan al recién llegado con un largo hellohowareyouimfinethankyouwhereareyoufrom que sólo pudo ser interrumpido por la cara de desconcierto del chaval y su pronta retirada. Ahh, parece que al final el ingles si sirve para algo. CARAJO A este le falto centavo para el peso.
Me subo al tren, a punto de cerrarse las puertas llegan corriendo otro grupo como de 10 mujeres entre los 25 y los 50 años, sus cabezas las adornan unas estridentes y coloridas antenas que haría parecer a las del chapulin colorado simples palillos. Sonríen entre ellas, hablan en ingles, francés y castellano, una locura de lenguas que al final termina fundido en un simple ¡QUE VIVA LA NOVIA¡ y agrego yo… CARAJO.
El tren ha parado. En la acera del frente dos jóvenes, tremenda botella de cerveza en mano, corren a toda velocidad por el anden, el tren no ha llegado simplemente hacen un poco el tonto, nada nuevo ni extraño. Uno de ellos coge carrera, trastabilla un poco y se cae, la botella que lleva en la mano se parte y juraría que alcancé a ver una mancha roja en su camisa. No pude saber más, mi tren salía. Igual está ahora en un hospital, ¿me importa? ni un CARAJO.
Empiezo a medio cerrar un ojo, el sueño acecha. Los abro y veo a uno de nacionalidad indefinida metiendo su mano en la mochila de su vecino de asiento que duerme plácidamente después de quien sabe cuantas horas de trabajar, trabajar y trabajar. Me doy cuenta, aplaudo duro, tan duro que el tipo se levanta y el vecino se recompone en su asiento y me mira con cara de hellohowareyouimfinethankyouwhereareyoufrom sólo me queda la duda de si alguien haría lo mismo por mi, algo me dice que no. CARAJO.
Con el lobo acechando me mantengo con los ojos abiertos, me bajo en mi estación y sanseacabo.
Salgo a la superficie, enciendo un cigarrillo, miro a la luna y vuelvo a preguntarme ¿Feliz? o ¿enigmática.
*Extranjeras
Offside
Como debe ser…