En blanco y de recuerdos…

Usualmente me siento al PC y escribo de los temas mas variopintos sin pensar mucho. Mis manos se acercan al teclado y empiezan a disparar palabras que unidas de manera sencilla arman textos que me permiten reafirmarme como aprendiz de escritor, como pensador o al menos como un loco que le gusta escribir sus pensamientos para que no se pierdan en el aire.

Pero qué pasa cuando lo que queremos escribir es importante, verdaderamente importante; no hablar de el hambre en el mundo, de políticas exteriores ni de la devaluación del dolar sino de cosas verdaderamente importantes y no nos surge ni una línea, supongo será eso que llaman síndrome de la hoja en blanco. En blanco. En blanco. En blanco. En blanco.

En estos caso de hoja en blanco no hay de otra sino empezar a escribir dejando que fluyan recuerdos.

Lo que hoy quiero decir si que es importante, quiero expresarle a una persona mis mas sinceros y cercanos pensamientos, ideas cargadas de energía que pretendo lea y que conserve en su vigorosa mente. No tengo claro que ideas expresar o por donde empezar, sólo quiero hacerle entender a el, mi abuelo, que digo abuelo, mi papá, Orlando, que le mando la mejor de las energías en este viaje que inicia, un viaje en busca de salud, un viaje en busca de nuevas oportunidades y en el que cuenta con el apoyo incondicional de cada uno de nosotros, de su familia, porque si algo he agradecido siempre es la familia que Dios me dio, una familia unida, sincera, cercana, que se apoya, que donde comen dos comen tres.

No se si mi abuelo se lo imagine, no se si se lo he dicho, pero gran parte de lo que soy como persona se lo debo a el: me enseño a ser un caballero, a no tomar cerveza si no tenía con que pagar una ronda. a echar chistes y ser el payaso del grupo sin que perdieran el respeto por mi como persona ni como profesional, a entender que el que baila siempre tiene las conquistas aseguradas, hasta me enseñó que no se debe andar por la calle sin camisa aunque esto último no fuera tan de mi agrado.

Me enseño a tenerle gusto a la lectura, a ser responsable, a medirme en las palabras, a querer a la familia antes que a nada y hasta intentó enseñarme a jugar dominó y billar sin tanto éxito.

No hay gran cosa más que decirle sino que tenga muchas energías en este camino en busca de la salud que empieza, que todos le estamos enviando nuestros pensamientos cargados, extra cargados de energía . Que todo saldrá bien y que pronto podrá estar de nuevo en la samaria, en el patio, tomándose una cervecita y echándonos sus chistes, sus anécdotas y sus versos.

Te queremos mucho abuelo. Ánimos y mucha energía.

Taller de videoblogs en Uninorte

[blip.tv http://blip.tv/play/ga9EgYLXSgA]

Hace más de 2 años estoy haciendo videoblogs, he participado en varios grupos colaborativos sobre el tema y hasta decidí que mi tema de investigación para el doctorado sería precesiamente el mundo del video por internet; ya es hora de empezar a compartir el conocimiento adquirido en la teoría y la práctica.

Durante la semana de Internet, telecomunicaciones y sociedad de la información que se celebra esta semana en la Universidad del Norte estaré dictando un seminario/taller practico de cómo crear un canal de video por internet.

Fecha: Jueves 21 de mayo
Hora: 10.30 a 12.30 am
Lugar: Aula digital de la Universidad del Norte
Entrada libre (lleguen temprano, sólo hay 30 cupos)

Si les interesa seguir el evento en vivo lo pueden hacer por Ustream en http://www.ustream.tv/channel/semanainternet y pueden hacer preguntas a través de twitter con replies a @alejandroangel o a @semanainternet

+ info del evento en
http://uninorte.edu.co/eventos.asp?ID=193
http://tallerdevlogs.blogspot.com

También me hicieron una entrevista sobre el evento en Uninorte FM Stereo
http://www.goear.com/files/external.swf?file=5de0e94

Se habla costeñol…

fotomuralcostenol.jpg

 Antes que nada una confesión: Soy caribe 100 %, mas costeño pa’ donde, orgullosamente costeño,  hablo acelerado y enredado, me gusta cantar mientras hago una fila, soy alegre, bailador y mamador de gallo, siempre saludo a la gente como si la conociera de toda la vida, en fin cumplo con todos los clichés habidos y por haber de los costeños menos con el del amor por Maria Casquitos y el cogelasuavismo mal entendido.

Después de casi 4 meses de estar de vuelta a la República Independiente del Caribe ya puedo decir que estoy nuevamente adaptado a sus dimes y diretes y aunque una vez al año (que no hace daño) se me sale alguna españoletada tipo joder, ostias o cualquier otra de las frases aprendidas en la madre patria, normalmente me expreso en el puro y castizo  lenguaje local.

Porque si bien hace un tiempo hablé del español en general y como en los diversos países hispanohablantes -sobre todo en España- tenemos varias maneras de llamar a la misma cosa (Leer: Se habla Español) hay que decir que en la costa tenemos una gran cantidad de palabras que creo que incluso mismos locales ignoran su significado.

En días pasados estuve en la inauguración del Museo del Caribe (visita altamente recomendable) y cuando iba terminando el recorrido me tropecé de frente con esta imagen. Una mural lleno de todas las frases del costeñol, algunas me toco echarle cabeza para recordarlas, otras me sacaron una sonrisa, otras me hicieron pensar “nojoda que palabra tan corroncha” pero lo más importante fue que todas me hicieron sentir parte de ese espíritu caribe.

A ver cuantas de las palabras conocen uds.

Verbena, embolate, guayabo, foco, fogage, chevere, mote, manivela, mote, manivela, perrenque, vascuencia, vaina, pechiche, calilla, alambique, calanchin, chechere, monocuco, barrejobo, bololo, filipichin, cantaleta, fartedad, guachafita, emputarse, pereque, bololo, totuma, corotos, cucallo, verbena, pingarria, calilla, cucallo, recocha, tumbao.

¿Entendieron? ese es el costeñol.

Caribe soy, soy soy
A mucho honor
En donde dice señas particulares
Ponga Caribe soy,
A mucho honor
El único lugar en donde aún
Se puede vivir de una ilusión

Foto: Carlos Durango

Dulce cotidianidad

Maryluz, Petrona o Maria, su nombre puede ser cualquiera de esos, no se cual, quien sabe, de pronto se llama Marcela, Laura o Susana o algún nombre con más pedigree. Lleva un arrume de periódicos, lo pasea sobre su cabeza y grita fuerte, con energía “el heraldo, el heraldo” se mueve con cadencia y los periódicos se mantienen en su cabeza sin perder el equilibrio, al parecer ella estaba predestinada para gritar “alegría, cocada, caballito” pero la única alegría que ha vivido es tener un trabajo que le permite dar de comer a los 3 hijos y al marido buenavida que la esperan con hambre en casa.

Los muñecos son feos, “el” tiene camiseta del Junior de Barranquilla, tan oportuna hoy, “ella” camiseta sin marcas, pelo morado y falda que muestra todos sus encantos. El que los maneja los mueve con destreza, tira de cada madera con precisión y hace que uno y otro bailen al ritmo que el les toca. Bailan una puya, un merengue y un joropo, bailan reggeton, vallenato y salsa, bailan como enamorados inocentes y como amantes desenfrenados. Son marionetas, la vida se las da un bacán, gafas negras, colita de caballo y labia prodigiosa. ¿porqué no darle una moneda?.

El día sigue, ella se monta al bus como la reina, una reina sin tesoros ni tierras, su bolso, el teléfono que lleva en la mano, su estudiado maquillaje, sus tetas operadas, su todo marca presencia. Todos la miran, ella quiere que la miren. Camina hasta el fondo del bus y se sienta mostrando pierna, planeando cada movimiento, cada pierna pidiendo permiso a la otra. Que habrá en su cabeza, qué pensará del tipo que el viernes le agarrará todo por unas vueltas en un carro último modelo y unos cuantos billetes de veinte mil pesos.

La noche cae, el recoge cartones, su organización es extrema, el carro de balineras en que los traslada se percibe más pesado que sus propios pesares, lo empuja con paciencia, nadie lo espera, se tropieza con un hueco y se sale la “rueda”, mira al cielo, yo, en la otra acera, espero que suelte una maldición, un par de asteriscos, signos de interrogación, varias letras del abecedario repetidas y demás maricadas que usa uno cuando quiere decir otra cosa políticamente poco correcta, como si el supiera lo que es eso; pero no, simplemente suspira, parece sonreír… Es cierto, cuando el pobre lava llueve.

La cotidianidad sabe a perfume barato y a mierda fina, a pequeñas alegrías y grandes tristezas, a lucha y tranquilidad, a lejos y cerca, a dulce simplicidad y salada complicación.

Sigo caminando y me sigue sonando en la cabeza…

Si te preguntan como se sube decile que muchos se han perdido para ir al cielo creo que no hay camino, nosotros dos iremos en una nube…

Paren el bus que yo me bajo…

Ya basta de pendejadas, me importa un carajo si vienes o si vas, si insistes o persistes, si es blanco o negro, si es el ying o el yang, ya basta de tanta dualidad.

Leo entre lineas, persigo saludos, encuentro distancias, coloreo ideas.

Insisto, cambiamos, evolucionamos, mutamos, pero -afortunadamente- la esencia, quienes somos permanece igual.

Hoy escribo sin pasión ni talento pero con ganas de decir verdades.

Me quedo con esta frase “Los espacios de quietud parecen de mal agüero, aburridos y carentes de la corriente de adrenalina a la que estamos acostumbrados o somos adictos. Tememos no tener historia ni identidad si no hay emoción dramática. Sin embargo las maravillas ocurren cuando hay una pausa en el argumento.”

Me pido esa pausa con dos de azucar.

Siempre habra vasos vacios, ohhhhhh
con agua de la ciudad
la nuestra es agua de rio
mezclada con mar, ohhhh yeah
Levanta los brazos mujer oh oh
y ponte esta noche a bailar
que la nuestra es agua de rio
mezclada con mar.

5 sentidos: Vista

Casi siempre cada día empieza con algunas imágenes estandard: un mirada entrecerrada a un techo blanco, blanco, la pantalla del celular que brilla, baldosas color marrón opaco…

Hoy es festivo, las imágenes cambian, en la cama la ropa espera ser guardada en la maleta, me asomo a la ventana y se ve el árbol de cayena y las flores recientes moviéndose al ritmo de la brisa. El citófono suena mi pana se queja, ah no eso es otra cosa, llega el puertaapuerta por mi. La samaria me espera.

Entro al reducido transporte,  dos mujeres mayores conversan, una niña linda, preciosa, habla por celular, un tipo duerme a pierna suelta, un par de niños gritan y me miran con cara de pocos amigos, me siento delante.

Imágenes del camino, carretera, vendedores de rosquitas, almojábanas, bebidas, la ciénaga grande en todo su esplendor, pasa algún pelícano y una garza se atraviesa obligando al conductor a esquivarla. Tropezamos Ciénaga, pueblo caliente y poco agraciado con sus vendedores de pescado y camarones, con sus mototaxis y sus olores.

Se ve, al fin el mar samario, en la Drumond un par de grúas descarga carbón sin parar. Llego a mi apto desempaco y salgo al balcón, veo el mar, motos acuáticas, desde mi mirada alta y reservada diviso a un grupo de cachacos rumbo a su paraíso, el mar caribe.

Tarde de charlas varias con Chivi, la piscina me pica el ojo pero tanta brisa me impide disfrutar de un baño, no me impide disfrutar de las dos morenas en bikini que aparecen rodeadas de coloridos pareos y dos novios de repuesto. Miro y admiro el cielo, está opaco, cae el poco sol en un atardecer majestuoso, colorido, inesperado.

Me subo a una buseta, rumbo al centro samario, en el camino se para el tráfico por un gran accidente, una moto contra un gran camión, pelea de tigre con burro amarrado, la moto queda irreconocible.

Llego a la casa, saludo a mis abuelos, pese a ser un día festivo veo las mismas imágenes de siempre de mi cuadra de infancia, el vendedor de minutos a celular, el peluquero que camina con movimientos descarados para simular una feminidad inexistente, el puesto de perros calientes co Jimmy y su parsimonia, los bebedores de cerveza sentados jugando un domino en donde Borinque, gente paseando en bicicleta y un perro que caga en frente de mi casa.

Veo llegar a amigos y amigas, caminamos rumbo al centro histórico, la calles están llenas de gente con sus mejores galas, llegamos a la entrada de la discoteca, unas grandes luces de neón me ciegan, un niño hambriento, descalzo, sucio, triste, a la espera de un milagro nos pide plata que le permita comprar un poco más de esa droga que lo hará VER lo que quiere VER.

Cuerpos sudando, danzando, tomando, besando, sintiendo, se sube un barman a la barra y hace un juego de luces con fuego y gas de una botella, sonrisas de todos, la música lleva el ritmo de las imágenes ¿o será al revés?.

Las imágenes nos buscan, nosotros escaneamos el día a día en simples pedazos visuales, nos encontramos el contexto de cada día dividido en fragmentos visuales que disfrutamos u odiamos, sentimos, vivimos, observamos, vemos.

Terminamos, cansados, con la luna encima, la imagen final son tres niñas, falda a la moda y  belleza matadora en tremenda borrachera,  me viene a la mente Carlos Vives…

Que tiene la noche cósmica virtud
Que envuelve mi cuerpo de una mágica inquietud
Que tiene la gente que tiene este lugar
Que tiene mi negra que no la puedo olvidar
Tiene en sus amores propiedades milagrosas y una miradita
Que me antoja deliciosa, tiene en la cumbiamba una cadencia misteriosa
Y una cancioncita que se vuelve pegajosa
Que tiene la noche que  alos hombres enloquece
Unos labios rojos esperando que los besen
Que tienen  los hombres después en la mañanita
Un amor que sueña desojando margaritas…

5 sentidos: Oído

No es tan temprano, son las 7 am, suena un despertador, un vals todo extraño que tienen los teléfonos Motorola y que es el más decente que he encontrado para despertar sin sobresalto. Afuera se escuchan carros que  pasan y un voceador que grita El Heraldo, El Heraldo para hoy martes.

La ducha emite su sonido característico, toca un baño concienzudo que quite impurezas y limpie ideas, suena el spray del desodorante, una correa se cae al suelo, el abanico no para de lanzar aire mientras suena lentamente, un pájaro se posa en la ventana e intenta emitir un sonido, débil, muy débil.

Entro a la cocina, la lavadora emite un extraño pitido que todavía no he logrado desactivar, lavo dos platos de la noche anterior, me gusta el sonido del agua al correr sobre la loza. Un minuto de cocción y suena el microondas, tropiezo un vaso, crash, crash, suena al romperse.

Suena el citófono, me buscan, las llaves suenan clink clink, la reja al cerrarse hace un estruendo, se oye el grito de la bebé de mi vecina, en otro apartamento se oye un regaño, pelao del carajo levántate, bajo corriendo, no sea y me regañen a mi.

En el taxi la conversación es la de siempre, que más, que hay de vainas, nada la misma vuelta de siempre. El aire acondicionado ayuda a empezar bien el día, en la radio suena Jorge Cura, mejor, alguno de los comediantes que siempre lleva a su programa, el chófer se ríe, yo me río con el, el día empieza con sonido de risas.

Entro a mi oficina, suena la alarma, bip bip bip bip, combinación correcta, hace un gran estruendo al desactivarse. Enciendo el aire acondicionado de mi oficina y el de el resto del canal, brrruuummmm arrancan los dos. Me siento en la silla, suena, necesita aceite. Enciendo el PC, marco clave, bip bip bip bip, clave correcta, somos una sociedad de claves correctas pienso, miro la pantalla, abro el correo, 6 mensajes, una alarma, abro la intranet de la universidad cero mensajes, abro el resto de webs de revisión diaria, cada una hace un ruido distinto. Me acerco a la sala de emisión del canal, enciendo los televisores, los monitores y la consola de mezclas, cada uno con un sonido característico, cada uno con ganas de contar, prendo el dvd y en el la torta de esta semana me reclama que le suba al sonido. Dejo todo en stand by a la espera que los ayudantes se encarguen de lanzar todo al aire.

¿Qué más profe?, se oye la primera voz, ¿le puedo contar algo?, dime, suena un celular, regáleme un minuto profe, ya vuelvo, ok. Es la primera de muchas entradas y salidas a lo largo del día. Suena el teléfono. ¿Con pedrito de los palotes?. No, oficina equivocada. Empezamos bien.

Mañana intensa, mucho trabajo, preparar clase, redactar un par de propuestas, el teclado suena y suena, como imitar el sonido de unas teclas, clic clic clic clic. Tres interrupciones más y opto por cerrar la puerta de mi oficina de puertas abiertas.

Mediodia. A casa a almorzar, mismo sonido de microondas, la licuadora procesa un gran jugo de lulo, el vaso suena al contacto con el hielo. Comida rapida, tenedores sonando.

Camino por la calle de vuelta a la universidad, un hombre “maneja” su carro’e mula, arre, arre, le grita y me acuerdo del caballo chovengo de la canción, arre, arre, vuelve y grita y el animal, terco, suspicaz,  se queda quieto, como burlándose de su dueño.

Viene un taxi Dacia, de esos largos, se queda varado a media calle, hace un estruendo aterrador, a ese motor le falta poco para salir en átomos volando, pasa un moto taxista y le grita: échale guineoooo.

En el bus rumbo a la universidad el cántico es el de siempre, uno le vale 200 y tres le valen 500 para su mayor economía. los huecos hacen que cada brinco suene todo el chasis. Yo cierro los ojos y espero llegar pronto, al menos llegar.

Retomo labores, pa’ clase, durante 3 horas no oigo ningún otro ruido sino mi voz, convencido, ya quisiera yo, los alumnos hablan una y otra vez, a veces por mis preguntas, a veces por jodidos que son,  a veces porque si, a veces porque no. Suena la película, hoy es F for Fake de Orson Welles. Siguiente parada, rally videografico por la universidad, la clase es distinta, fuera del salón, así que los ruidos que escucho, además de las preguntas de los alumnos, son los característicos de la cotidianidad de la Uninorte, gente, mucha gente, pasos, vasos en el CAI, gente que entra y sale, puertas que se cierran y se abren, gritos, muchos gritos, alguno pasa corriendo y casi me tropieza.

Fin de la jornada, camino por las calles, pasa el carro de la basura a mi lado armando un gran estruendo llego a casa, subo escaleras, clink clink suenan las llaves. Abro la puerta, el portero me dice que vinieron los de la luz, a bonita hora pienso yo y subo pausadamente los cuatro pisos que me separan del ruido final. Prendo luces, enciendo la TV, una película empieza, caliento algo de comida y me dispongo a escuchar, a sentir lo que tienen que contarme. En el PC se enciende la luz del msn, hoy -día sonoro- no hay ruido en los parlantes, una chateada rápida que allá y acá toca dormir.

11 pm, me quedo dormido, me voy al cuarto, enciendo el ventilador y cierro la ventana y justo antes de tirarme a la cama escucho los tres últimos sonidos del día: el vigilante de la cuadra haciendo su ronda habitual con el pito de toda la vida con el  que mantiene alejado a los malandros de la cuadra y viceversa, el sonido ralajante, simple y sin carisma de la brisa entrando por todas las ventanas y el cric cric cric de las ranitas que extrañamente llegan hasta lo alto de mi apartamento.

Los ruidos que se escuchan en la cotidianidad nos marcan las pautas de lo que hacemos; sentirlos, vivirlos pero sobre todo disfrutarlos nos puede hacer experimentar extrañas y llamativas impresiones.

Es que casi siempre oímos pero muy pocas veces escuchamos.

Escribo, pienso, sigo…

Escribo como los locos, sin ton ni son, con frases entrelazadas por la sonoridad o por el contexto pero nunca por el pensamiento, con espacios y temas tan variados como poco cercanos.

Nunca me siento a escribir con un preconcepto, ni con una hoja, ni con ideas sueltas dando vueltas en la cabezas como perlas en la boca de un cerdo, escribo sobre la marcha y borro sobre el recorrido, no pienso, ni divago, sólo expreso.

Escribir es para mi una catarsis, es la manera como me expreso y como me reconozco, como me reencuentro y como me muestro. Los que me leen no me entienden la mitad de las veces, yo no me entiendo la mitad de la mitad, esa es la idea, párrafos inconexos en los que se diga algo y no se diga nada pero que haya expresión, mínimas lecturas interpretativas que lleven a un todo y a un nada.

Necesito escribir, necesito expresarme, necesito decirme que soy y que siento pero sobre todo qué vivo.

Por eso cuando escribo lo hago con pasión, con palabras simples y pensamiento complicados, por eso cuando escribo, sea en prosa, sea en verso, va todo con el corazón, con la realidad en la mano. Un estado de locura creativa que me impulsa a seguir el camino, tu camino, nuestro camino.

Mis escritos no exigen una respuesta, sólo una mirada, no exigen un comentario sólo una sensación…  como lei por ahí, mi respuesta es no tener que hacerme preguntas.

Escribo, pienso, sigo… ¿para qué quiero más?

El Centro

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Dicen que para conocer la verdadera alma de una ciudad hay que ir al centro de la misma, se supone que de ahí partió todo.

Una mirada limpia, serena, abierta y nada prejuiciosa del centro de Barranquilla, paseando por sus calles, tropezando sus personajes y viviendo sus fragmentos.

La música corrió una vez más a cargo de Gabriel Barraza http://myspace.com/gaboozono

Compadre Chirrin, lo extrañaremos.

Normalmente escribir con sensaciones de molestia, dolor o desespero suele ser contraproducente. Desahogas la rabia, la ira y el dolor sino es con palabras de altos tonos con frases hirientes y que pueden ser susceptibles de ser malinterpretadas.

Esto que escribo lo tengo entre pecho y espalda hace más de una semana, es una de esas cosas que necesito decir porque sino se marchita y se pierde en el limbo de los pensamientos.

Hace una semana hubiera empezado esta nota diciendo algo como: Dicen que para morirse sólo hay que estar vivo, yo creo que para morirse sólo hay que ser un colombiano de bien.

Hoy más tranquilo sólo quiero escribir una nota desde donde pueda recordar a Daniel Galvis, gran hijo, hermano, esposo, padre, compadre y sobre todo persona, recordarlo como el gran amigo que fue sin hablar del qué, del cómo ni del porqué tuvo que morir tan joven.

A Dany lo mataron esta semana santa un día cualquiera, integrantes de un grupo militar colombiano cualquiera, por una razón cualquiera que no es necesario investigar ni preguntar.

A Dany lo recordamos todos los que lo conocimos por ser una persona amable, alegre, jovial, divertida y gran amigo de sus amigos aunque supongo que cualquiera pensara que no hay muerto malo.

A Dany lo conocí por medio de su hermano y de una se hizo parte del combo de la 21, en su jeep, el amarillito, se armaron y se cerraron muchas fiestas, con el se habló de los temas más variados y más de una vez vimos caer la noche en la acera al frente de “El Trebol”, muchos, muchos momentos para recordar.

Dany fue el causante de uno de mis motes o es que alguien olvida que el fue el que, en un error inocente, dijo por primera vez Morrocoyo sírveme un trago, oportunidad que no desperdició Araquito, alias Cachorreta, para dejarme sentenciado como Morro.

A Dany le decían Chilin, Compadre Chirrin o simplemente Compadre Dany.

A Dany lo vamos a extrañar mucho.

El día de su entierro fue imposible evitar que muchas lagrimas corrieran, Coca, Leo, Carlos José, Lili, Cachan todos grandes amigos estábamos ahí juntos casi que no creyendo que no nos veíamos para reír un rato y tomar una cerveza sino para enterrar a un gran amigo y a una mejor persona.

A su familia la aprecio mucho, por eso les di mi más sentido pésame aun sabiendo que el dolor que yo sentía no es ni de cerca el que ellos podían estar sintiendo, aun así ahí estuvimos dando un apoyo mínimo para que el dolor fuera más llevadero.

Me quedo con la canción que cantaron los mariachis que lo despidieron, clásica, cliché, me importa un carajo.

Tu eres mi hermano del alma realmente mi amigo…

Compadre Dany que le vaya bien por allá, desde acá lo extrañaremos mucho.

Llevo una semana tratando de no pensar más en eso, de perdonar, de olvidar, de sentir que somos mejores personas y que no podemos ponernos a su nivel, aun así no puedo, tengo algo que decir a los que lo mataron:

http://venturearchitecture.com/work/vantiv-mercury COMAN MIERDA.

Experimenta y reinarás…