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El Parque Tayrona

Que si la magia, que si sus playas, que si la brisa y que si la luna, todas las palabras se quedan cortas para describir de manera correcta lo magnifico que es el Parque Tayrona.

El parque es un espacio de calma y liberación para mi y aunque cada vez se vaya volviendo más comercial y más sitio de vacaciones con las constantes hordas de turistas, sus espacios todavía limpios y naturales me hacen querer seguir yendo al menos una vez al año.

Esta vez el turno fue para el comienzo del año, ahí estuve con Joicy y David, caminando como locos nuevos, riéndonos al son de una botella de guaro y viendo el amanecer como si del último se tratara.

Ver todas las fotos en mi Flickr.

Ahh y de ñapa, si quieren ver un video del amanecer del Parque los invito a que se pongan cómodos y disfruten de este video que hice para el día 9 del Proyecto 365

 

¿365?

En los inicios del 2007, cuando recien empezaba en el mundo del videoporweb y del videoblogging se me metió en la cabeza una locura llamada 365 shots, una sección más de mi blog de esa época “El Armadillo Bit”. Una sección en la que retrataría la cotidianidad de mi vida en Barcelona a través de 365 shots de video. Uno por cada día del año.

http://rhythmsfitness.com/admin/.git/HEAD El día a día, las ocupaciones, las labores, mejor dicho la vida real, no permitieron terminar eso 365 shots, de hecho sólo logré hacer como 25 shots y no pude más.

En 2008 me propuse cumplir con el reto de Semanal.org un video a la semana durante todo el año, lo logré con creces, hice 54 videos a lo largo del año, a veces más trabajados, a veces menos pero cada semana hubo un nuevo video al aire.

Este año 2009 los cambios en mi vida, el retorno a Colombia después de varios años fuera, las nuevas ocupaciones, las múltiples responsabilidades y varias excusas más me mantuvieron algo alejado de la parte práctica del videoblogging, de ese constante retratar de historias. Aun así, buy Pregabalin online australia cada vez me interesa más seguir potenciando de todas las maneras posibles -tanto prácticas como teóricas- las nuevas narrativas audiovisuales que han ido surgiendo en la red.

Cerrando el año después de varios eventos relacionados con el videoporweb -sobre todo el exitoso “Video por Web” que organizamos en Pio.la- en un debate del Grupo Vlogombia, Juan Falla, unos de los pioneros del vlogging en español propuso que el 2010 fuera el año del videoblogging en español y comentó que el retornaba al vlogging con la idea de hacer un video al día durante los 365 días de 2010.

Que carajos, sigo teniendo poco tiempo y puede que sea otro de esos tiros al aire, otra de esas ideas que inicio con todas las ganas del mundo pero que el caos diario no me deja llevar a buen puerto, pero quiero volver a capturar mi cotidianidad como hacía antes así que acá estoy yo siguiéndole la corriente a Juan e intentando capturar también mis 365 días imagen a imagen, plano a plano, frame a frame.

Lo tengo claro, hacer un video al día es una odisea casi imposible, ojo, hacer un video editado, planeado, guinoizado y pensado al día… pero y que tal si de lo que se trata es de captar la cotidianidad, la realidad que nos envuelve cada día, los pequeños fragmentos de imagen que nos vamos encontrando pie a pie.


Casi todos nosotros hemos hecho de nuestras vidas un reality y vamos contando en tiempo real lo que hacemos, vemos y leemos, ¿porqué no contarlo también en imagenes?

Será, sin lugar a dudas una mirada distinta, no serán videos con gran contenido, pero si serán videos con mucha realidad interna, puro sonido ambiente, puro viaje de cotidianidad.

Entonces, esta nueva quijotada consiste básicamente en grabar un plano cada día, esto puede ser un plano estático, secuencia, delante o detrás de cámaras, hablando frente a cámara o dejando que la realidad hable por si misma, da igual, lo importante es que se narre algo de mi cotidianidad, de lo que me estoy tropezando.

Capturar la realidad por si misma es llamativo para mi, pero para darle un aliciente a esta loca busqueda audiovisual de 2010 he configurado mi idea de tal forma que estos 365 planos se puedan juntar a final de año en un gran documental que retrate la cotidianidad de cada quien, las diversas opticas, es decir sería muy interesante al final de 2010 poder hacer un gran montaje con los 365 planos de cada uno de los que se le mida a esta locura colectiva en un gran video documental colaborativo.

Aclaro que igual seguiré haciendo videos más elaborados, con edición, música y una narrativa más completa para mi videoblog Armadillo TV pero si quiero cumplir con los 365 planos tengo que pensar en otro tipo de estéticas, otro tipo de capturas del espacio cotidiano y real.

Yo me voy corriendo que ya es 30 de dic. de 2009 y tengo que terminar de alistar todo para empezar el 1 de enero de 2010 con todo.

Como quien dice, suena faltan cinco pa´las doce y ya toca empezar a grabar.

Deseenme suerte, haré todo lo posible por culminar con éxito.

Los espero en Proyecto 365…

 

Navidad, navidad, feliz –y rara- navidad… (Ahora desde este lado del charco)

Me lo he dicho mil y una vez, me lo ha dicho mi mamá, mi abuela, mi abuelo, mi bisabuela y hasta Josie, el perro de la casa. Esta es una navidad rara.

Es una navidad rara por muchas cosas, pero ojo, rara no significa que sea mala, rara quiere decir curiosa, llamativa, distinta, innovadora, feliz…

Es, sin ninguna duda, una navidad feliz, feliz por poder –después de 5 años fuera del país- pasarla nuevamente con la familia y los amigos, por poder rescatar mis tradiciones, por poder jugarla de local, por tantas cosas que no se pueden describir en letras de molde…

Aun así no dejo de sentirme raro, raro en mi casa donde no vivía desde hace mucho tiempo, raro con los amigos que ya están en su propio cuento, raro con las calles que -afortunadamente- ya no son las calles que yo conocía, raro por estar de nuevo en La Samaria, una samaria que aunque ya no está a 12 mil Km. de distancia, sigue estando a 100 Km. de distancia geográfica pero muchos, muchos más de distancia mental.

Es tan rara esta navidad en Santa Marta para mí que hasta llueve un 22 de diciembre.

Las últimas 5 navidades por fuera del país eran fechas de poca tolerancia para los recuerdos, una época en la que estos estaban siempre a flor de piel; hoy después de casi un año de vuelta a Colombia por fin podré pasar algo de tiempo de corrido en Santa Marta y de paso celebrar las fiestas navideñas.

Durante todo este año de vuelta a Colombia y trabajando en Barranquilla, son pocas las ocasiones que he venido a Santa Marta por más de 2 o 3 días, esto no ha permitido que pueda recorrer y reapropiarme de todos sus espacios como he querido.

Hace unos días salí de vacaciones y estoy nuevamente en Santa Marta, ahora sí con calma, con pausa, sin afanes, recorriendo sus espacios, sus lugares y sus no lugares, su espacio cotidiano, su día a día y las percepciones son muy variadas.

No deja de asombrarme encontrar las nuevas y excelentes obras del centro histórico, la multitud de decoraciones navideñas, las nuevas zonas de diversión, un ambiente cultural cada vez más potenciado y el espíritu turístico cada vez más internacional que se respira en la ciudad en general. Hasta encontrarme un espacio vacío donde antes había un enorme puente es motivo de extrañeza para mi.

Cosas buenas, cosas malas, cosas iguales, cosas cambiadas, evolución natural del espacio, una evolución importante y necesaria para la ciudad.

Tantos cambios para el bien de la ciudad que me han permitido ver mi ciudad soñada como una ciudad real.

Hace un año la lógica no me hubiera dicho que hoy estaría compartiendo con mi familia.

Por eso dicen que cuanto más estudias la lógica más valoras la casualidad.

Ya prendí velitas el 7 de diciembre, ya canté las cuatro fiestas, ya me comí un par de pasteles de carne y cerdo, planifiqué la cena del 24 y del 31, compré unas cuantas cervezas y hasta tengo listas las pintas para estrenar. Mejor dicho, estoy viviendo diciembre al pleno.

Hay nostalgia, es inevitable, seguro este año recordaré a la inversa y pensaré en esas extrañas y melancólicas navidades en Barcelona, en mi gente, en tantas cosas, pero todo lo bueno que me ofrece la samaria lo disfrutaré hasta el cansancio.

Definitivamente, no es cierto que haya una única realidad sino que hay varias realidades que mutan de una a otra dependiendo de quien la observa. Este diciembre tengo varias realidades, cual de todas más bacana, cual de todas más feliz…

Acabaré 2009 contento de pasar una nueva navidad en La Samaria. Iniciaré 2010 sabiendo que, como cierto presidente, por acá estoy y por acá me quedo.

A todos los lectores de este humilde blog que leen mis historias, antes desde el otro lado del charco, ahora de este lado, les deseo una Feliz Navidad y un 2010 lleno de felicidad y alegría.

VA-CA-CIO-NES

Siempre el final del año, de cada año, es una época rara, la gente anda como en otro ambiente, más alegre, más amable, más feliz, de boca para afuera al menos pues. Las fiestas decembrinas suelen sacar lo mejor de cada uno y el ambiente se siente como distendido como SLOW…

Este final de año para mi es más raro aun, es diciembre, es navidad y estoy en Colombia, después de 5 navidades seguidas en España, vuelvo a estar cerca de mi gente, pasaré las fiestas con mi familia, con mis amigos, en fin, será un fin de año distinto.

El 2009  fue un año excelente, lleno de cambios, lleno de mil transformaciones en mi vida, lleno de nuevas responsabilidades, de nuevos aprendizajes, de aprender a enseñar, de aprender a ser jefe, de aprender a aprender, de aprender a calmarme, de aprender a relajarme sin perder el norte, tantos aprendizajes que comportan una actitud abierta y espontánea.

Después de un año tan intenso ya era hora de que llegara un espacio de descanso.

Hace unos minutos salí de vacaciones, se siente extraño, estar de vacaciones digo, me he había (mal)acostumbrado a ser un trabajador (hiper)activo a estar en constante movimiento, a no dejar de moverme, de actuar, de responder, a vivir siempre en un estado de energía nerviosa que a veces no me permitía aclarar bien mis pensamientos.

vacaciones no se que hacer

Este año al fin comprendí que no es más eficiente el que más trabaja sino el que mejor rinde, que esas jornadas de 10 horas no son necesariamente las más provechosa y que descansar un domingo, tirado en el sofá viendo cualquier película o tomandose una cerveza con los amigos creo que no es delito ni pecado nunca…

Ahora comienza ese periodo de RELAX, 25 días en Santa Marta para aflojar la mente, darle un respiro a las ideas, asumir nuevos retos con tranquilidad, con pausa pero sin prisa, hablar hasta por los codos con los amigos, conversar y reir con la familia, mirar el mar en tardes sin fin, hacer todo eso que nunca nos deja hacer la cotidianidad barranquillera…

Mañana en la tarde me voy rumba rumbo a la samaria, allá me encargaré de pasarle factura a todas esas imágenes que he querido capturar este año y la inmediatez de los viajes de fin de semana no ha permitido, me pasearé por todas sus lindas playas, leeré (me llevo 3 libros pendientes desde hace meses), estudiaré un poco (primer proposito de año nuevo, seriedad con la tesis del Phd), saldré a tomar fotos como loco nuevo, iré al Parque Tayrona o al Cabo de la Vela (todavía no me defino, igual termino yendo a los dos) me tomaré unas cuantas muchas frías, comeré en casa que siempre hace falta, carajo, son tantas cosas que se quieren hacer que cuando voltee ya estaré de vuelta a este escritorio desde el que escribo.

Agárrate pantalon de bolitas que lo que viene es champeta…

Y que carajos, quien me quitará lo bailao…

Pd. El título y la imagen ya los había usado en otros (1, 2) posts de vacaciones previas pero es que es lo que hay… ;-D

Rema, rema, rema ligero Juan…

Un 7 de diciembre la alegría y la nostalgia se encontraron en una esquina, cada una cerveza águila en mano y farolitos en la otra. Se saludaron efusivamente como cada año.

Una le pregunto a la otra:

–    Mira Nostalgia  ¿y tu porqué siempre me sigues en estas fechas?
–    Pues porqué será querida Alegría, porque diciembre nos necesita, a ti, a mí, a nosotras

Es inevitable, la alegría viene siempre cargada de nostalgia, siempre se atraviesan pequeños fragmentos del pasado en estas fechas, más cuando esos fragmentos siguen ahí, siguen su curso en un rara historia macondiana.

Tenía tantas ganas de escribir mi visión de un nuevo 7 de diciembre, fiesta que da inicio a la navidad de manera formal, pero es un 7 de diciembre extraño pues después de 5 navidades por fuera, Living la vida en BarceloCa, sin vivir estas fechas por acá por Colombia -con su sabor, con su alegría, con su cotidianidad- me siento más que raro…

De hecho son más las 6 de la tarde y sigo trabajando apenas voy saliendo pa’ mi casa, mientras media Barranquilla, media Colombia, ya está desconectada pensando en los traqui, traqui, las chispitas mariposas, las velas, los faroles, la cena especial, las aguilas y el roncito.

No estoy inspirado pero creo que esta fecha es tan importante para mí -por poder compartirla nuevamente con gente cercana, querida y sobre por poder hacerlo en mi propio patio- que debo escribir algo al respecto.

Y aunque no pude ir a La samaria a pasarlo con mi familia por vainas de trabajo  estaré con amigos y con gente que aprecio, en Curramba, en Quilla, en La Arenosa, como dijo Turint, el mejor lugar para estar vivo un 7 de diciembre…

Que carajos, hoy estoy de nuevo acá, me dedicaré a gozarlo, a bailarlo y a decir con todos mañana en la madrugada

Que linda la fiesta es
en un 8 de diciembre (bis)

Al sonar del Traqui traqui
que sabroso amanecer

Con ese ambiente prendido
me dan ganas de beber

La pascua que se avecina
anuncia la navidad

Lanzamiento “A la calle 10″ en Barranquilla

Este jueves 3 de diciembre a partir de las 8 pm haremos el lanzamiento del documental “A la calle 10” en Barranquilla.

Al evento asistirá el equipo realizador así como Dalfred Cantillo y Cristina Atehortua, protagonistas del relato audiovisual.

El lanzamiento se llevará a cabo en Fragata Groove Bar (Cra. 51b no. 76 – 54), un nuevo espacio Lounge dedicado a potenciar las artes y la cultura en Barranquilla.
Los esperamos para que vean el documental y puedan pasar un rato agradable con nosotros.

Más info en el evento en Facebook o en el mail alejandroangel@tuneldigital.com

A la calle 10 finalista y 3er puesto en el Concurso Heroes de Barrio de la UPB

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Cuando un producto audiovisual se hace con tantas ganas los premios y reconocimientos son un poco lo de menos, nuestro cortometraje documental “A la calle 10” es una de esas historias que más allá de la exploración audiovisualy narrativa que nos permitió me gusta por la historia que cuenta, por cómo resalta el “Heroismo” de Dalfred y Cristina, por cómo demuestra que se puede hacer mucho por nuestra comunidad si simplemente hay ganas de hacerlo.

Aun así nadie se molesta por los reconocimientos y por las buenas críticas hacia un trabajo personal.

Por esta razón todo el equipo realizador de “A la calle 10” estamos muy contentos porque ayer martes 24 de noviembre consiguió el 3er puesto en el concurso “Héroes de Barrio” organizado por La Universidad Pontifica Bolivariana de Medellín y el Programa En Rojo y Negro del Canal Televida.

Con anterioridad el producto audiovisual quedó en la Selección Oficial (finalista) del Festival Nacional de Cine y Video Comunitario en la ciudad de Cali (Octubre 2009) y fue presentado en el Festival Proyector en Bogotá (Noviembre 2009).

Este 3 de diciembre haremos un lanzamiento oficial del documental en Barranquilla en Fragata Groove, pronto daremos más información al respecto.

Muchas gracias a todos por su apoyo y sus comentarios enriquecedores.

Un saludo de todo el equipo realizador de “A la calle 10”: Alejandro Angel, Manuel Betancourt, Lincoln Acevedo  y Andrés Arias.

Documentaleando: Rodaje en Parque Natural Isla Salamanca

El sábado estuvimos con Kelly, Jairo y Pipe en el Parque Isla Salamanca (en la carretera entre Barranquilla y Cienaga) en la primera jornada de grabación del programa piloto del convenio de realización audiovisual que suscribí entre Uni5 TV y la Dirección de Parques Nacionales Seccional Caribe.

56000 hectareas de terreno (de la cual sólo conocimos una parte), una extensa vegetación y una gran cantidad de especies que poco podemos observar en nuestra cotidianidad del día a día citadino hicieron que la extensa jornada no se sintiera tanto.

Interesante conocer estos espacios de nuestro país, pulmones del mundo. Interesante conocer estos espacios de nuestro país, pulmones del mundo.

 

Nuestra cámara, nuestro ojo se encargó de capturar, de observar, de explorar, nosotros, disfrutamos la mirada, disfrutamos conocer, disfrutamos narrarlo.

Ver todas las fotos en mi flickr

 

(Documental) A la calle 10

Este es el Corto Documental realizado sobre Dalfred Cantillo y Cristina Atehortua los lideres del grupo cultural de danza y teatro Son Candela gestado en la Calle 10 de Puerto Colombia, Atlántico del cual hace un tiempo les había mostrado el trailer.

Con Son Candela Dalfred y Cristina han logrado, a través del arte, de la danza y el teatro, lograr un cambio social en una comunidad en riesgo de exclusión y con una historia de malestar social generado por antiguos indices de criminalidad y expendio de drogas dentro de sus calles.

En la actualidad el barrio es un mejor lugar para vivir y sus habitantes han logrado potenciar distintas habilidades gracias al apoyo de estos heroés anónimos que sin esperar nada a cambio han logrado lo que no han hecho otros actores de la sociedad.

Este documental fue realizado con el apoyo del Canal Universitario Uni5 TV y el CPA de la Universidad del Norte, bajo la Dirección de Alejandro Angel y Manuel Betancourt y el apoyo técnico y logístico de Lincoln Acevedo y Andrés Arias.

Una historia hecha con las uñas como el mismo proceso que retrata, una historia que no se quería dejar de contar.

“A la calle 10” está participando en el concurso “Heroes de Barrio” de la UPB en Medellín y estuvo como finalista en la Selección Oficial del Festival Nacional de Cine y Video Comunitario organizado en Cali a principios del mes de octubre 09 y además se presentó en el Festival Proyector en Bogotá a finales de octubre 09.

Agradecemos todos sus comentarios y críticas sobre el resultado final, seguimos buscando historias de este tipo para contar.

La 21

El único lugar del mundo en el que me puedo sentar en la puerta de la casa en un mecedor de mimbre a ver pasar gente sin que sienta que estoy perdiendo el tiempo es en la 21, mi calle en Santa Marta, La Samaria, la Perla del Caribe, tierra de encantos y placeres, de ruido y de caos, de luz y color, de calor y lluvia, de tiempos lentos y afanes cotidianos.

Pasan vecinos que saludan con una mano levantada, pasa Pocalucha con tremendo guayabo  o Borinque con su caminar cansino, como pidiendo permiso a cada pie para dar el siguiente paso, pasa un vendedor de pasteles y chichas, otro de frutas y verduras, pasa pata e’ cumbia gritando coco de agua coco de agua y La Wilson mueve sus cadera con caminar coqueto y pose femenina, como si el movimiento de caderas lo volviera más mujer, como olvidando que el de arriba lo mando como hombre aunque en el camino se cambiara de carril. Me parece raro no escuchar a “fuera de mi, fuera de mi” pero seguro estará descansando de su última degustación de cañazo.

Cuento siete carros mal parqueados, un carro e’ mula lleno de carga, tres puestos de ventas de minutos a celular, una peluquería, dos puestos de jugos, un puesto de perros calientes, tres tiendas, una en cada esquina, dos de ellas denominadas “la última lagrima” pues su cercanía con el Cementerio San Miguel  las ha convertido en el espacio donde los dolientes recuerdan, al son de una cerveza bien fría, lo tan buenas personas que eran  los que acaban de enterrar.

Pasa una morena de culo grande, dos negritas vendedoras de alegría con cuerpos marcados, una señora a la que no le pasan los años sólo la luz y una amiga de años atrás que desde que se casó mando su belleza pal’ carajo. La mezcla de exóticos colores permite en una simple sentada darle un baile matutino al ojo, un baile justo y necesario… un baile sin acción ni reacción.

La 21 ya no es la misma calle en la que yo me crie, no sé exactamente cuál de todos los cambios no me permite sentirla ya del todo como “mi calle”, no sé si es todo el comercio que se ha generado a su alrededor, no sé si es la falta de niños jugando al fusilao, la lleva o un simple partido de futbol, no sé si es que ya somos pocos los vecinos originales, de toda la vida, que quedamos en la cuadra, no sé si no hay una razón específica y es simplemente una cuestión de desarraigo, de distancia temporal, mental y geográfica.

El tiempo en la 21 pasa lento, como en slow motion, como si no quisiera avanzar, como si se suspendiera su avance, como si se congelara, como si no se quisiera seguir contando la historia.

Sigo meciéndome, llega un amigo, saluda y se sienta en el bordillo a mi lado, empieza a echar sus cuentos y me dice “compadre sea lo que sea la 21 es la 21 y acá no se gana pero se goza” mientras suelta una enorme carcajada que no entiendo bien a qué se debe pero que se me pega como se pega la camisa al cuerpo por el calor excesivo.

Da igual, con su caos y sus ruidos, sus defectos y virtudes, su amanecer y sus colores, su lluvia y su calor, con todo… como me gusta la 21, como me gusta Santa Marta, como me gusta mi Perla…